La ganadería continúa siendo el negocio “con mayor estabilidad y crecimiento en la facturación anual”

En la firma Indarte y Cía. consideran a la ganadería como el negocio “con mayor estabilidad”, y que en la facturación anual “ha seguido creciendo, manteniéndose incluso a pesar del boom agrícola y de las 1.600.000 hectáreas forestadas”. La carne continúa creciendo, logrando mercados nuevos y con una firme estabilidad, “no como sucede con otras producciones, como por ejemplo la agrícola, que tiene sus vaivenes de mercado y climáticos”, señalan los responsables de la empresa.
Los ingenieros agrónomos Gonzalo y Fernando Indarte Gianoni, sostienen en el diálogo con EL TELEGRAFO, que desde el cambio agrícola del año 2000, “nosotros salimos a buscar la vaca, porque al principio había el temor de que la vaca se nos iba y que se achicaba en la zona durante esa década”.
Ese sistema les permitió “crecer todos los años, y este último no fue la excepción”. Lo consideraron un año de gran efectividad, “porque muy difícilmente se dejan de hacer negocios, tanto en el campo, en el ganado gordo y la reposición”.
Para esto se basaron fundamentalmente en asociaciones “con representantes, y algún negocio también con colegas. Como nosotros tenemos un gran volumen de ganado gordo siempre necesitamos un gran volumen de reposición”, explican.
Agregan que “como estamos en una zona especialmente invernadora, esas alianzas estratégicas de ganar-ganar, nos permiten también reponerles a los clientes el gordo, y hacerlo mediante la pantalla”.
De todas maneras aclararon que la ganadería “no tiene grandes problemas de precios, sino que debe enfrentar los costos que tienen todas las explotaciones. Si mirás los valores históricos del gordo y de la invernada, son muy buenos y altos”, expresaron.
El otro gran cambio de la ganadería de los últimos años, es la exportación de ganado en pie, que “le pone una base a la invernada, ya que había sido la cría históricamente la producción rezagada, y pasó a ser la protagonista, por lo que la vaca gana”, subrayaron.
MEJORAR EL NEGOCIO
Con la llegada de los argentinos a comprar campos para plantar soja en nuestro país, los directores de la firma dicen haber aprendido “mucho y no solo de producción, sino también de negocios, dejamos de lado esa juntada de vendedor y comprador y el cobro de la comisión, para pasar a la etapa de nosotros armar el negocio y trasladárselo a los clientes”.
Esto requería también de mirar hacia adelante en aspectos como la alimentación del ganado. “No solo en los puentes verdes, sino también áreas de pasturas más largas y permanentes”, destacan.
Para trabajar en tal aspecto, “elaboramos durante un tiempo instrumentos no solo de carácter productivo, sino también negocios con instrumentos financieros, porque para pasar de hectáreas que venían siendo utilizadas desde hace años con la agricultura, y pasarla a la ganadería, se necesitan cifras muy importantes”.
Sobre lo que puede suceder climáticamente para adelante, no visualizan una seca para los próximos meses, sino un año normal, “tal vez con algo de falta de agua, pero normal, por lo que parece que estamos mal acostumbrado ante lo acontecido en los años anteriores”.
MERCADOS
“Uruguay tiene más pedidos y destinos que novillos y vacas”, aclaran al hablar de mercados. “Hay 70 destinos abiertos, de los cuales los protagonistas son 4 o 5 por volumen y precio. La Unión Europea continúa siendo el principal comprador en dinero, porque es el que compra los cortes más valiosos”, sostienen.
“Y China se lleva más de la mitad del volumen de la carne”, agrega Fernando. “Hay que alimentar a más de 1.000 millones de personas que están ganando más, y después que prueban la carne vacuna, la siguen pidiendo”, dijo.
El único mercado que le falta abrir a Uruguay es Japón. “Es el país que impone mayor cantidad de medidas sanitarias, por lo que si logramos ingresar, después entramos a cualquier lugar del mundo por las exigencias que tiene”.
Desde Indarte y Cía. indican que “tenemos una industria frigorífica muy aggiornada y dinámica a lo que piden los mercados. Queda de manifiesto cuando vienen las misiones sanitarias de los diferentes países, quienes se van muy conformes con lo que ven”.
Para los empresarios sanduceros, el problema del país “está en los costos y también en los aranceles para el ingreso de la carne a los mercados. Si se lograra bajar aranceles a los principales destinos como es la Unión Europea, mejoraría el precio”.
Consideran también que “es una lástima que nos hemos perdido un par de trenes, en donde podríamos haber hecho tratados de libre comercio”. Y recuerdan que sucedió “con Estados Unidos en su momento o Chile ahora, y también con China”.
TRAZABILIDAD
Gonzalo y Fernando Indarte están convencidos de que la trazabilidad ha sido un plus para la obtención de mercados. “Acá hay dos cosas que son ciertas, el costo y el esfuerzo son del productor, porque son los que deben caravanear, hacer el formulario, contratar el veterinario y soportar los costos del sistema”.
“Hay gente que puede decir que por ejemplo Paraguay no lo tiene y hace lo mismo”. Entiende que no es tan sencillo, “porque abrimos los mercados antes que Paraguay, y de repente mercados como Japón valoran mucho antes esto”.
“Ahora, yo me pregunto, qué pasaría si no lo tuviéramos. Se podría correr el riesgo de que mercados importantes no nos tengan en cuenta”, expresaron.
Ejemplificó también hechos como lo sucedido con el Etion en Estados Unidos. “Se pudo diferenciar correctamente desde dónde venía la carne, y si empezás a tirar de la piola, hasta de dónde salieron esos animales”.
Y recuerdan que en China, “un operario le erró a la etiqueta y le cerró a ese frigorífico. Si no tuviéramos trazabilidad, tal vez le habría cerrado a todo Uruguay. China, que es la mitad de la carne en volumen, no nos podemos dar el lujo que cierre a todo el Uruguay”, dicen.
COSTOS
El gran tema actual es que la rentabilidad de los negocios, “son muy ajustados o negativos”, explican. “Los precios del mercado internacional de la carne si vos los analizás en series históricas son realmente buenos, entonces que los números no den, es un debe interno del país”.
Según los hermanos Indarte “hay que pensar en el alto costo del Estado, pero también en los altos costos que deben asumir los empresarios”. Explicaron que “tuvimos varios años en donde los valores internacionales fueron hasta mejores que ahora, y no hubo una política de juntarse y analizar que en algún momento los ciclos económicos se dan, por lo que es el gran debe de la rentabilidad”.
AÑO SATISFACTORIO
En el análisis final de lo sucedido durante el presente año, Gonzalo y Fernando Indarte reconocen “la interesante labor del trabajo en equipo, en donde cada uno tiene su rol, generando un crecimiento sostenido a lo largo de los años de la empresa”. “Estamos orgullosos de lo acontecido desde el comienzo de Indarte y Cía., cuando la funda nuestro padre en el año 1977, y su trayectoria hasta estos tiempos”, expresan.