Para gremiales del agro, es “imperioso disminuir amenazas internas sobre las que los gobernantes pueden influir”

El consejo directivo de la Federación Rural, al que se sumaron más de 30 presidentes de sociedades federadas de varios puntos del país, intentó sensibilizar a las comisiones de Diputados y Senadores sobre la problemática que vive el sector agropecuario. Principalmente, sobre la falta de competitividad, por la que entienden “imperioso disminuir amenazas internas sobre las que los gobernantes pueden influir”.
En el documento que se les entregó a los parlamentarios, sostienen que “las últimas cifras macroeconómicas son mejores de lo que se esperaba, una inflación controlada y un crecimiento del PBI por arriba del esperado. Esto fue posible gracias al sacrificio que se ha exigido a trabajadores y empresas, fundamentalmente a través de una mayor presión impositiva, tarifas de servicios públicos y precios de los combustibles”.
Asimismo, entienden que la realidad del interior del país, “altamente agrodependiente y de las empresas, sobre todo de las nacionales pequeñas y medianas, es muy distinta. En su inmensa mayoría viven angustias económicas y financieras”. Expresan que los gobernantes “sí pueden influir”, en temas tales como “cargas fiscales rígidas, alto costo de la energía y de los combustibles, tipo de cambio retrasado, inserción internacional, endeudamiento sectorial y riesgo laboral”.
“En tiempos recientes, quedó claro que si los precios internacionales son buenos y no se elevan los costos de producción, el agro es capaz de sacar el país adelante y ser un protagonista significativo de la cadena económica que alimenta las cuentas del Estado. Para nuestro sector agropecuario, el ajuste al alza de tarifas y precio de los combustibles es una muy mala señal, no tanto por su magnitud, sino por su dirección”.
Agregan que “estas medidas, que se repiten año a año en la misma época, han producido un profundo malestar en los uruguayos, sobre todo en el sector agropecuario, porque no hace más que demostrar la insensibilidad del gobierno frente a los trabajadores del país. Hacer de Uruguay un país cada vez más desarrollado es tarea de todos, pero la dirección y la gestión de las políticas públicas dependen de todo el sistema político, que es el depositario de la confianza ciudadana”.
El documento elaborado por las gremiales y presentado en esta oportunidad indica que “si bien tenemos un interlocutor ante el Poder Ejecutivo, que es el Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, que conoce muy bien nuestra realidad, los temas que hoy nos angustian van más allá de los que abarca el Ministerio”. Citan, por ejemplo, el “valor del dólar, carga impositiva, costos, inserción internacional y conflictividad laboral”.
Explican que “a pesar de nuestras diferencias naturales, debemos evitar todo tipo de divisionismo entre los uruguayos. Dice nuestra Constitución que somos todos iguales frente a la ley, pero desgraciadamente hoy no somos todos iguales frente a una cultura generalizada, estimulada por muchos actores políticos, que confunden a la gente de campo con una oligarquía de mediados del siglo pasado”.
CONTROLAR DÉFICIT FISCAL
Entienden “imperioso controlar el déficit fiscal”. Al respecto, sostienen que las medidas tomadas a la fecha “han sido notoriamente insuficientes y, para hacerle frente, se insiste en recurrir al bolsillo de los uruguayos y al endeudamiento del país. Como consecuencia, se hipoteca el presente y el futuro de los orientales. El futuro de Uruguay pasa fundamentalmente por su capacidad agroexportadora y turística. Pero para tener éxito en ambos, es fundamental tener un valor del dólar que se refleje en nuestros principales socios comerciales”.
Para las gremiales del agro, “hay que aliviarle la carga a quienes deben competir en el exterior”. Manifiestan que “no debemos exportar impuestos o ineficiencias públicas. En este sentido, las actuales cargas tributarias y tarifarias desmotivan al sector generador de recursos genuinos, porque se queda fuera de competencia, siendo cada vez más difícil competir con países que producen lo mismo con muchos menos costos”.
“La ideología no puede comprometer la inserción internacional en un país exportador”. Las gremiales indican que “Uruguay no se puede dar el lujo de pagar las tarifas y aranceles que hoy paga para vender sus productos”.
PAZ LABORAL
Así como lo reclama UPM, Uruguay necesita contar con “paz laboral, para permitir la generación de empleos. Si bien en los últimos años ha habido una innegable recuperación del salario real, de qué sirve el mismo si la gente pierde sus trabajos”, agregan.
“La política laboral de los últimos tiempos nos ha llevado en sentido contrario. A nivel nacional hemos perdido más de 40.000 puestos de trabajo desde 2014 y solo en el agro se han perdido más de 10.000 en los últimos tres años”.
RECUPERAR INVERSIÓN
El campo uruguayo, desde la década del 2000, “ha avanzado en productividad, a consecuencia de mucha inversión en retención de vientres, paquetes tecnológicos e infraestructura. Es particularmente destacable lo sucedido en nuestra ganadería, que a pesar de haber cedido área para la agricultura y la forestación, no solo fue capaz de mantener su stock e incrementar su faena, sino que en los últimos años generó un nuevo rubro que antes no existía: la exportación de casi 300.000 terneros en pie por año. Creando una nueva cadena agroexportadora generadora de muchos puestos de trabajo”.
En el documento entregado a los parlamentarios, indican que “necesitamos volver a dar ánimo a los inversores para que vuelvan a apostar en el trabajo de los uruguayos. Aumentando impuestos y generando incertidumbre laboral logramos lo opuesto”.
INFRAESTRUCTURA ATRASADA
Si bien hubo una mejora en su tratamiento en los últimos años, “aún queda mucho por hacer”. Y en cuanto a los aspectos sectoriales, “en el sector ganadero en particular van cuatro años seguidos de deterioro en los resultados económico financieros, en términos de moneda constante. Hay que destacar que, en el último año, el clima le dio una gran mano al sector productivo, si no la cosa hubiera sido mucho peor”.
Precisamente sobre este tema, detallan que los pronósticos climáticos “no son nada halagüeños. Hay una posible seca en puerta, por lo que para el ejercicio en curso no contaríamos con la ayuda climática. Por eso se considera particularmente dañina e inoportuna para los intereses nacionales cualquier medida que deteriore la competitividad del país, como el reciente aumento de las tarifas y de los combustibles”.
FUERTE ENDEUDAMIENTO
“Para sobrevivir, el sector se ha endeudado fuertemente”, agrega el documento. “Hoy el endeudamiento sectorial bancario supera los 4.000 millones de dólares, más del 80% del PBI sectorial. Adicionalmente, se considera que existe un endeudamiento muy importante con los proveedores de insumos y de servicios”.El sector lácteo merece una mención aparte, “cuya deuda se aproxima al valor de todo el stock lechero del país. Si bien se espera una demanda firme, no se espera una mejora significativa en los precios de nuestros principales rubros exportables para el mediano plazo. El camino a seguir es a través de una mejora en la productividad y reduciendo los costos de producción. De lo contrario, en el campo solo quedarán aquellos que por su tamaño pueden enfrentar el aluvión”.
Otro aspecto en que se hizo hincapié es la urgente aprobación de “eventos genéticamente modificados”, porque entienden “impostergable esta decisión, que limita la competitividad de la agricultura nacional”.