Este período especial de préstamos a los pasivos ha presentado diversos cambios. En primer lugar el traslado de la banca personal al local que dispone el BROU en la terminal de ómnibus, situación derivada de la reforma que se realiza en la sucursal céntrica, donde se instalará la banca electrónica con frente a la calle Montevideo. De hecho allí se ha reducido la capacidad operativa presencial en forma notoria. También hubo cambios en lo que hace al sistema empleado, puesto que se reparten números para la gestión del crédito en sí, pero no se le toma de un numerador fijo (como si existía en la sucursal) sino que lo reparte un funcionario policial o funcionario del banco en una hora predeterminada en la mañana o la tarde, con una cantidad de 70 números (el correlativo es de 081 a 150).
Esto determina que la cola que muchos mayores hacen durante por lo menos un par de horas o más, suma una frustración adicional al acabarse los números para el turno que se estén repartiendo. Debe tenerse en cuenta que con el sistema anterior los mayores llegaban al punto y veían que los números se habían sacado, por lo que procedían a retirarse para regresar al día siguiente, sin tener que esperar.
INCOMODIDAD
En la Micro Banca “Río de los Pájaros”, de concepción moderna y seguramente funcional en su cometido original, no existen elementos para el descanso (bancos u otros asientos) lo que dificulta la permanencia de personas que, pese a poder movilizarse, no pueden permanecer de pie por mucho rato. Es más, se pudieron ver sillas playeras llevadas por pasivos, sobre todo para la espera mañanera en el exterior del local. Desde ya que lo correcto que sí se vio, es la prioridad absoluta para quienes emplean sillas de ruedas o no videntes.
La incomodidad es a doble parte, en la medida que también afecta a quienes van a dicha dependencia por el uso del cajero automático o más aún para aquellos que deben hacer algún otro tipo de gestión bancaria, como por ejemplo retirar una tarjeta de débito. A una clienta se le indicó que para ese trámite debía sacar número como si fuera a gestionar un préstamo. Al averiguar en la sucursal del BROU se le respondió que la banca personal solamente atiende en la terminal y, consecuentemente, deberá esperar a que termine este período especial del crédito social a los pasivos.
SIN ESPACIO
Un jubilado al ser consultado por EL TELEGRAFO señaló, “para sacar mi número fui el miércoles anterior a las cinco de la mañana y ya había cola. Me enteré que daban solamente 70 números y no logré quedar en ese lote. Volví como a las once y media del mismo día por lo mismo, haciéndome de un número cuando los entregaron a las 13.15 y es para el miércoles 3 de enero por la tarde”.
Según esta persona “lo que pasa es que no hay espacio suficiente. Resulta que la cola no puede hacer por el pasillo del shopping pero a esa hora el sol ‘parte la tierra’ y se manda a la gente afuera en la vereda de Bulevar Artigas. Adentro estábamos formando dos colas, los que esperaban para que los atendieran ese día (ya con el número en su mano) y los que queríamos obtener un número”. Una aspecto a destacar, dijo, “es la solidaridad de los mayores, porque todo el que entra confundido y sin saber para dónde rumbear, es informado correctamente por los demás. Sugiero que para la próxima, si tenemos que volver allí, se pongan carteles indicadores y bien visibles”.
