Solicitada

A MIS HIJOS NO LOS TOCAN
Existe en todos los departamentos grupos inmensos de ciudadanos que se oponen y están en desacuerdo con la imposición de la ideología de género en la educación Inicial y Primaria, como la así llamada ley integral contra la violencia de género, la cual prevé cambios en el código penal, establece en forma obligatoria la educación sexual basada en equidad de género en todos los niveles y define cuestiones que afectarán la libertad de expresión y creencias. No nos oponemos a que exista educación sexual en la enseñanza desde y cuando se fundamente en la ciencia, que estos programas tengan por objetivo proteger a los niños de enfermedades, embarazo precoz, violencia y abuso.
No levantamos banderas políticas ni religiosas; con nuestros recursos personales hemos y estamos informando en diferentes barrios, villas y poblados del departamento. Participando en medios de difusión masivos, dando a conocer nuestra causa: la desaprobación a las políticas de imposición de la ideología de género, adoptadas por las autoridades gubernamentales y de la educación. Políticas que descaradamente atentan contra la base fundamental de la sociedad, “la familia”. Valiéndose del vil y falso argumento que la estructura familiar está basada en el patriarcado opresor y dominante, y que es necesario que exista un proceso de deconstrucción de los estereotipos de ese patriarcado, utilizando como burdo antifaz el mensaje de respeto a la diversidad y a los derechos humanos.
Vivimos en un estado soberano, pero nuestros gobernantes están entregando nuestra soberanía al bajo precio del reconocimiento de un país “moderno”, que “respeta los derechos humanos y la diversidad”. Pertenecemos a un Estado laico, tenemos una educación que ha sido consagrada laica gracias a la reforma valeriana, pero el gobierno está imponiendo a la sociedad y a los estudiantes una ideología, sin ningún fundamento o amparo científico comprobado como una verdad.
No es el objetivo de esta carta detallar, explicar, enseñar o discutir sobre qué es la ideología de género, quiénes son sus mentores y promotores, pues existe suficiente material en Internet al respecto para analizar.
Sí es nuestro objetivo manifestar que, como ciudadanos con derechos, escuchen nuestra voz y sepan que: Queremos que se respeten los derechos y deberes que, como padres, la carta magna nos ha consagrado en los artículos 41 y 68 de educar a nuestros hijos y de decidir por ellos mientras no tengan la madurez intelectual, mental y física de hacerlo. De acuerdo a la constitución es un deber y un derecho de los padres, el Estado tiene la responsabilidad de cobrarnos ese deber, pero no de quitarnos el derecho.
No estamos de acuerdo con la imposición de la ideología de género como una verdad en la educación y muchísimo menos a niños de 3 y 4 años de edad.
No estamos de acuerdo con la propuesta didáctica para el abordaje de la educación sexual en Inicial y Primaria. Entendemos que la misma: a) Impone la ideología de género; b) propone la deconstrucción de la estructura familiar que el niño aprende en su hogar; c) expone al niño a actividades y talleres que solamente lograrán confundir y desorientarlo; d) erotiza al niño tratando la sexualidad desde un punto de vista totalmente placentero, egoísta, sin considerar otros aspectos igualmente importantes.
Si el objetivo de estas políticas y materiales didácticos es el de prevenir el abuso infantil para proteger a los niños, están en completo error y no lo lograrán con tal abordaje. Si el objetivo es que aprendan a respetar los diferentes pensamientos y la diversidad, en lugar de imponerles falacias, enséñeles la ley y a respetarla, en la Constitución ya está plasmada la igualdad de derechos y privilegios a todas las personas independientemente del sexo, raza, religión, afiliación política, etcétera.
No estamos de acuerdo con los proyectos de ley que: 1º) intentan definir los diferentes tipos de género (ideología pura) y que tal ideología sea reconocida por ley; 2º) intentan quitar de los padres la patria potestad, al sacar de tales el derecho de decidir por sus hijos menores en asuntos tan graves y delicados como el cambio de sexo a través de procedimientos quirúrgicos. Respetamos el derecho de cada persona de ser lo que quiera ser y que si quiere autopercibirse hombre o mujer o perro o gato es su problema, pero esa autopercepción no justifica ni se establece bajo fundamentos científicos y que por consiguiente no puede ser reconocida por un estado como ley.
Autoridades nacionales de la enseñanza, docentes y representantes de la ciudadanía, nuestra inquietud y preocupación es por nuestros hijos, por las próximas generaciones. No permitan que un grupo minoritario desprestigie a la familia tradicional y, sobre todo, que les quiten la identidad a nuestros hijos y, a nosotros, el derecho de enseñarles principios y valores de acuerdo a los dictados de nuestra propia conciencia. Muchas gracias.
Agrupación “A mis hijos no los tocan”