Solicitada

CONDENAN A MUERTE
AL PERRO CALLEJERO
En reunión abierta con el Sr. Julio Pintos, director de la Cotryba, a solicitud de las comisiones de Higiene y Medio Ambiente, (la cual integro), y Cultura para que informara sobre la nueva ley, se nos expresó que el nuevo chip entre otras cosas pretende identificar como dueño a las personas que dan de comer al perro callejero. Esto implicaría hacerlo responsable por cualquier problema que tuviera el mismo. Por ejemplo si llega a caer una moto porque el perro se atraviese en la vía pública, la responsabilidad será del buen samaritano que no dejó tirado en la calle al animal, sino tan solo evitaba su muerte por inanición. Esto traerá como consecuencia la muerte lenta de estos animales ya que el Estado no ha implementado un refugio para acogerlos, y pretende evitar que se les dé comida amenazando a las personas que lo hacen con hacerlos responsables de cualquier acción en la que se vea involucrado el mismo, teniendo en cuenta además que las protectoras de animales ya están saturadas. En cuanto a la castración estamos totalmente de acuerdo, pero no es ninguna novedad. Tampoco es ninguna novedad que no dan abasto, ni van a poder contemplar todas las solicitudes, por lo que no tiene sentido hablar de castraciones compulsivas. Hay una parte que parece interesante sobre la regulación de la venta de perros aunque no tienen personal ni tecnología para este control. Mucho menos se presentan soluciones claras para los ataques de perros salvajes en los campos, salvo tibias iniciativas sobre aquellos cazadores o propietarios de campos que sean responsables y que por supuesto no son los que dan problemas.
En una palabra, es como todas las leyes que sanciona este gobierno, anteponiendo la carreta delante de los bueyes para ver qué pasa. Con un nuevo costo para el ciudadano de $500 que según se nos expresa para los uruguayos no es nada, y buenos sueldos para unos 10 cargos que seguramente revestirán la filiación del partido de gobierno. Sin un presupuesto acorde, con ideas en el aire, provocando más problemas que soluciones a la población y a los animales, que lejos está de buscar el bienestar animal tal cual versa el significado de la sigla que lo identifica. Es una pena que no se hayan hecho presentes las organizaciones protectoras para dar su opinión e informarse en esta reunión ilustrativa solicitada por la Junta Departamental a las cuales, según aseguró la señora presidente de la Comisión de Cultura, se les cursó la invitación correspondiente.

Javier Pizzorno
Edil del Partido Nacional