Buena parte del país está en Alerta Roja por peligro de incendios, incluyendo gran parte del departamento de Paysandú. La mayoría de los incendios forestales y de campo (el 98%) son producto de la acción humana. Un descuido, una imprudencia al encender fuego y la imposibilidad de control posterior, suele ser la situación más habitual.
“Hay escasa humedad y cualquier fuente de calor, una chispa, puede generar un incendio. Hemos tenido incidentes pero no de gran magnitud. En general pastizales”, dijo el jefe del destacamento Paysandú, Miguel Fua.
El director nacional del Sistema Nacional de Emergencias (Sinae), Fernando Traversa, recordó que “en los meses de noviembre y diciembre hubo escasas lluvias y por consiguiente llegamos al verano con poca cantidad de agua. Por lo tanto el combustible vegetal está en condiciones de efectivamente poder encenderse con facilidad”.
“Los mecanismos que habitualmente desarrollamos y que son complementarios han permitido reducir la cantidad de este tipo de incendios. Tomando en cuenta la temporada 2015-2016 y 2016-2017, se redujo en un 40% la cantidad de incendios que se debieron atender. Pasamos de más de 4.000 a aproximadamente 2.900 en verano, entre diciembre y abril”, informó. Traversa comentó que “desde el Sinae y con la Dirección Nacional de Bomberos hemos reforzado la estrategia de la sociedad de productores forestales que tiene tres instalaciones de observación distribuidas en el país (José Pedro Varela, Tacuarembó y Andresito). Eso le permite desarrollar avistamientos hasta tres veces por día, en avión o helicóptero”. (Más información en edición impresa)
