Inaugurando la 31ª Fiesta de la Prensa los cuerpos de baile del Instituto Verónica Samurio se presentaron en el auditorio Miguel Ángel Pías, exhibiendo sus diferentes áreas de trabajo y estrenando tres obras de egreso, concebidas por los propios docentes.
Con la sala desbordada y público de pie en los pasillos y detrás de la fila de asientos, el espectáculo hizo el click de encendido con Suite del Ballet “Homenaje a Mozart”, entre sonoridades que recordaban la música del compositor austríaco y una puesta en escena que supo sacar partido de la trama de coreografía, vestuario y utilización espacial. Si la idea era conquistar al espectador desde el vamos, el objetivo parece haberse conseguido desde el magnetismo generado por el par de bloques en que se subdividía el ballet, jugando con las asimetrías y dibujando delicadas figuras geométricas en movimiento.
Llegaría luego el segundo acto del Ballet “Giselle”, y la creación de Lucía Furtado para su egreso como docente de danza clásica, denominada “Atrapasueños”. La historia que cuenta es la de un pueblo con escasos recursos donde sus niños alcanzan sus propósitos gracias a la intervención del hada atrapasueños llamada Cayla. En la escena interpretada, una niña con anhelos de ser bailarina de ballet, invita al hada a bailar junto a ella y en medio de la danza, se suman otras muchachas del pueblo. Los diferentes colores de los atuendos sirven para caracterizar a cada uno de los personajes, y los roles teatrales de la muchacha que desea ser bailarina y es aún torpe en sus movimientos, y del hada de grácil desenvoltura, especifican aún más dicha caracterización.
Entre las diversas exposiciones dijeron presente la danza celta-tap y la indú (danza folklórica de la India ), la danza irlandesa y el swing, además de fragmentos de los musicales “Cats” y “A Chorus Line”, y puestas de “La Cumparsita” y “Mamma Mia” de Abba. Pero lo más impactante de la noche pasó por los cambios dinámicos de la Variación de “Raymonda” (de Glazunov, Petipa y Gorsky), el estilizado dominio de escena de Lucía Furtado en la Variación realizada del Ballet “Don Quijote” (de Ludwig Minkus), la muestra de Danza Contemporánea sobre una adaptación del bolero “Historia de un amor” (del panameño Carlos Eleta Almarán), y las otras dos creaciones presentadas para el egreso docente.
Con la autoría de Luna Silva, Suite del Ballet “Amour” centra su anécdota en una reina de Escocia que llega a Francia para casarse con un príncipe y así reforzar la alianza de esos reinos.
El segmento representado acontece luego de consumado el matrimonio, donde Lía, su arlequín preferido y sus amigas celebran la unión, en una coreografía armada con la reina como figura nuclear y sus amigas danzando en la periferia. Los desplazamientos alternados de Lía del primer al segundo plano y vuelta a ocupar la fachada escénica, más los pasajes en los que el resto de las bailarinas desarrollan movimientos divergentes y simultáneos, parecen sacar provecho estético de la diversidad y el contraste.
La otra creación para el egreso docente estuvo a cargo de Rosario Guichón en danza árabe. Su Suite denominada “Ágata” conjuga la sensualidad de los cuerpos con el vuelo que brinda un elemento como el velo, en un entramado argumental donde la danza se constituye en ritual para consolidar los poderes de la piedra Ágata, que según los habitantes del lugar era la que permitía la vida civilizada y la que garantizaba una vida armoniosa. El cierre fue con los integrantes de todos los cuerpos de baile haciendo el saludo final de una gala, que mostró producciones nuevas y buen nivel interpretativo.
