Las Cañas mantienen buena ocupación pero con turistas que miden sus gastos

El parador que se ubica en el extremo norte de la playa de Las Cañas organizó “La noche de blanco”. Es el punto más alto en la costa y desde allí se aprecia toda la faja de arena, poblada de sombrillas que rodean los sauces que dan resguardo a los playeros. El evento comenzó temprano con actividades para niños, como una búsqueda del tesoro en la que los primeros cuatro premios se los llevaron participantes de Morón y Capital Federal (Buenos Aires), otro de Gualeguaychú (Entre Ríos) y uno de Fray Bentos, toda una muestra de la heterogeneidad que presenta el principal balneario del Corredor de los Pájaros Pintados, ya avanzada la segunda quincena de enero.
Los números al comienzo de la temporada mostraban una concurrencia histórica y la cantidad de visitantes no ha disminuido significativamente, pero a juicio de algunos comerciantes es notorio el cambio en el perfil que se produjo tras el recambio, hacia un visitante más medido al afrontar los gastos propios de una salida familiar, en pareja o en un grupo de amigos.
Mary Almirón, del parador Dharma, dijo a EL TELEGRAFO que la temporada “arrancó muy buena; esta semana estábamos como asustados con otros compañeros porque estaba medio quieta, y el fin de semana volvió a repuntar; como que el recambio se hizo sobre el fin de semana. Y es un éxito total”.
La comerciante dijo que si bien se ven muchos argentinos, “también anda mucho turismo interno, por lo menos acá nos visitan muchos uruguayos también”.
Este turismo de la segunda mitad de enero tiene diferencias respecto al del comienzo del año. “No gastan tanto como quisiéramos. Esta segunda quincena la gente ya mide un poquito para gastar, mira los precios; en el caso nuestro que tenemos chivitos para dos, comen cuatro personas si vienen con niños, ya es gente con un poder adquisitivo un poquito más bajo. Pero igual, lo lindo de todo esto es cómo valoran Las Cañas, su limpieza, su seguridad, su tranquilidad, que para nosotros es un orgullo”, dijo.
Almirón destacó que el balneario está muy bien presentado esta temporada. “Está muy bien, de todos modos la limpieza es todo el año, en el invierno Las Cañas está impecable, y obviamente que en verano mucho más, pero lo bueno es que la gente también cuida”.
FALTA NOCHE
César López trabaja en el rubro pizzería y minutas y es el primer año que se instala en Las Cañas como comerciante. Considera que se trata de una “temporada regular, que cuando está el clima lindo el fin de semana y está lleno, pasa a ser buena”.
Para el emprendedor, falta actividad nocturna que anime al visitante a salir. “La gente sale poco, no hay boliches este año, está muy tranquilo, salen a pasear y vuelven al campamento. Los gurises andan ‘boyando’ a veces, van para la punta, vienen, van para la playa, gurises de 18, 20 años, que estudian todo el año y buscan algo para entretenerse”, dijo.
De todos modos señaló que “se trabaja” y espera que el panorama hacia febrero, que incluye un tempranero feriado de carnaval, mantenga la tónica. “Va a seguir bien si no llueve, acá cuando llueve no hay nada para hacer, pero habiendo sol tenés todo”, señaló.
AUSTERIDAD
Ramón Olivera trabaja hace 20 años en las temporadas de Las Cañas. En su puesto de la feria del balneario vende artículos en cuero, mates con el nombre del balneario, materas, bombillas y billetera.
A su juicio “esta temporada no tiene mucha diferencia económicamente con las anteriores. En el ramo mío, yo trabajo en cueros, mates, materas bombillas, billeteras, hasta ahora ha estado pintando igual que antes. Mucha cantidad de gente sí, más gente que otras veces, más campamentos, pero la parte de haber aumentado la ventas no, sigue ahí”.
Para Olivera la situación es similar en otros rubros, como los propios expendios de artículos de almacén. “Yo veo en el camping que viene la gente y baja con todo, traen todo. No aumentó (el volumen de ingresos) porque la cantidad de gente haya crecido. No, hay que abaratar y la gente le busca la vuelta”, afirmó.
TERMAS
En los últimos meses cobró fuerza, por anuncios realizados desde el propio gobierno departamental de Río Negro, la intención de generar un centro termal a muy pocos metros de Las Cañas, para aprovechar la infraestructura turística existente durante todo el año.
Para Mary Almirón, esa posibilidad es una buena noticia. “Sería buenísimo, porque Las Cañas no tiene que ser solo verano, estaría buenísimo por eso, para usar toda la infraestructura turística también en invierno. Seguiríamos trabajando todo el año”, dijo. Olivera, con más años en el lugar lo ve con bastante escepticismo. “Eso hace tiempo que está; si llega a venir es un bien para todos, pero no sé, hace mucho tiempo que están hablando de eso. Que hay agua, que sí, que lo vamos a hacer. Lo que pasa es que la Intendencia no lo puede hacer si no vienen capitales extranjeros, porque es mucho el dinero que hay que invertir”, indicó.