Lucila llegó para iluminar 2018, en un comienzo a puro color

Minutos antes de que el reloj marcara la hora 0 y comenzaran los afectuosos saludos de Año Nuevo, miles de sanduceros se volcaron a las veredas o patios de sus casas para preparar la batería de fuegos artificiales que, entre color y fuertes estruendos, se hicieron sentir desde varios puntos de la ciudad. Pese al mal estado del tiempo, las bengalas se apoderaron del cielo por más de 20 minutos, dando inicio así a un nuevo año que nos regala 365 oportunidades para renovar la esperanza y construir juntos.
En tanto, al acallarse tales sonidos, a las 00.25 del 1º de enero, en los servicios de Comepa nació Lucila, convirtiéndose en el primer bebé del 2018. Hija de Felipe Ghuisoli y Laura Botachay, la pequeña fue recibida por cesárea, pesando 3,620 kilos y midiendo 54 centímetros. Según el significado de los nombres, Lucila –que deriva del latín lucilla (luminosa)– representa a una mujer que se destaca por ser ordenada, inteligente, dinámica, dotada de mucha fuerza y voluntad, y que hace frente a cualquier contratiempo que se le pueda presentar en su vida. En el servicio de maternidad del Hospital Escuela del Litoral no hubo nacimientos durante el primer día del año. En cambio, el 2017 se despidió con cinco nacimientos. “Todos quisieron nacer para despedir el año”, dijo una enfermera consultada.