Tras dos años de implementada, Comepa sigue esperando la autorización para Sala Blanca de traumatología

Desde diciembre de 2015, la Corporación Médica de Paysandú (Comepa) tiene en el Sanatorio Modelo una Sala Blanca destinada a IMAE (Instituto de Medicina Altamente Especializada) de traumatología. “Han pasado dos años y seguimos esperando que se habilite”, dijeron a EL TELEGRAFO el presidente de la corporación, Milton González Montemurro; el tesorero, Esteban Pereyra; y el coordinador del Servicio de Traumatología, Martín Della Corte.
Comepa tiene tres IMAE, uno de ellos de traumatología. Cuenta con prótesis parcial de cadera, diálisis y marcapasos, y cardiodesfibriladores. Pero la Sala Blanca le permite también acceder a los IMAE de prótesis total de cadera (por artrosis o por fractura) y prótesis de rodilla. Estos últimos aún no han sido autorizados por el Ministerio de Salud Pública y el Fondo Nacional de Recursos (FNR), que aprueba su cobertura financiera.
“Ha venido varias veces la inspección, nos han hecho algunas observaciones, las hemos cumplido, pero el trámite sigue muy lento, pasaron dos años ya y no hemos logrado la autorización de funcionamiento”.
“Ciertamente, no podemos asegurar que la obtendremos en 2018, aunque estamos deseosos de que así ocurra y estamos preparados”, agregaron.
De acuerdo con el FNR, hay IMAE de Cardiología, Traumatología, Marcapasos y Cardiodesfribiladores, Quemados, Litotricia, Diálisis, Prótesis, Cateterismo Cardíaco, Trasplante Renal y Trasplante de Médula Ósea, donde se realizan técnicas complejas que, por su alto costo, no las cubre el Fondo Nacional de Salud (Fonasa), sino el FNR.
QUÉ ES UNA SALA BLANCA
Una Sala Blanca, Sala Limpia o Clean Room es una sala especialmente diseñada para trabajar en niveles mínimos o ausentes de contaminación. Se utilizan no solamente en establecimientos de salud, sino en agencias espaciales, la industria electrónica y farmacéutica, los establecimientos de producción alimentaria, el sector de los viveros, numerosos tipos de laboratorios biomédicos y todos aquellos lugares donde haya que controlar la contaminación aerotransportada. La normativa internacional que clasifica las salas blancas es la ISO 14.644.
El aire que ingresa a la Sala Blanca es estéril, ya que es filtrado para eliminar partículas en suspensión y microorganismos. Se renueva completamente varias veces por hora para no acumular polvo. Las salas se mantienen en una escala de presiones ligeramente superiores a la del exterior, de forma que, cuando se abren las puertas, el aire sale y no puede entrar del exterior, contaminado con microorganismos.
Las paredes están recubiertas de vinilo y los rincones son redondeados para evitar acumulaciones de suciedad. Se utilizan filtros de aire HEPA (High Efficiency Particulate Air) o ULPA (Ultra Low Penetration Air) para mantener precisamente el aire libre de partículas, empleando los principios de flujo de aire laminar o turbulento.
La de Comepa cuenta con tecnología de la empresa líder mundial, la británica Howorth Air Technology. “Es de última generación y podemos decir que es mejor aun que las que están en uso en Montevideo, donde se encuentran las únicas habilitadas del país”.
“Nunca se puede asegurar en un 100% que sea estéril, pero podemos decir que es notablemente muy superior trabajar en una Sala Blanca que en una sala quirúrgica común. De hecho, en traumatología es especialmente complicado que un paciente desarrolle una infección”.
“Porque eso obliga a retirar la prótesis que se le haya colocado y tener al paciente meses con un complicado tratamiento con antibióticos. Todo eso se reduce notablemente en una Sala Blanca”, aseguraron González Montemurro, Pereyra y Della Corte.
Comepa comenzó “en 2012 los trámites con una viabilidad razonable. Instalamos en una de las salas de operaciones del Sanatorio Modelo el equipamiento necesario y se culminó todo el proceso de adaptación”. La inversión en la Sala Blanca ascendió a 200.000 dólares.
Comepa se muestra “especialmente preocupada, porque nos perfilamos como un centro de referencia en el corredor litoral norte, dando opciones cercanas a la centralización histórica de estas técnicas (de alta complejidad)”. La demora en recibir la autorización conspira contra el cumplimiento de ese objetivo.
PENSADA EN MODO REGIONAL
“Así como los vecinos salteños en su momento encontraron el camino para la instalación de un IMAE que permitiera atender a nivel regional cardiopatías agudas, en Comepa tenemos fundadas credenciales como para aspirar a IMAE en traumatología. Tenemos hace dos años una Sala Blanca que no es obligatoria para realizar las técnicas traumatológicas, pero indudablemente hoy se torna esencial ante los peligros de infecciones”.
“La Sala Blanca no la paga ni el prestador privado ni el prestador público, pero estará disponible para todos, porque se financia a través del FNR”. No solo eso, estudios realizados permiten determinar que estos IMAE brindarán servicios además a los usuarios de ASSE y del sistema privado de los departamentos de Artigas, Salto, Río Negro y Soriano. Teniendo en cuenta que la patología afecta principalmente a mayores de 45 años, se puede estimar que unas 200.000 personas de la región podrán atenderse en Paysandú.
MÁS CERCA, MEJOR
“Trasladar a los pacientes a Montevideo tiene complicaciones, no solamente desde un punto de vista médico, sino del propio usuario, porque implica cambios en su rutina diaria, que puede llegar a cambios durante varios días. Pero no solo eso: si al llegar a la consulta se le determina alguna patología, por mínima que sea, debe retornar a Paysandú, volver a solicitar asistencia, coordinar fecha y horario –a veces a las dos de la madrugada, porque es lo que tienen disponible en Montevideo– y volver a realizar todo de nuevo”, contaron los profesionales médicos.
“Hay situaciones en que se pasan años, dos, tres años en ese ir y venir, hasta que se concreta finalmente el acto quirúrgico. Y eso va claramente en desmedro de la calidad de vida de los usuarios”.
“Porque a veces por estas patologías recurren a la silla de ruedas, que les puede generar nuevos cuadros clínicos. Es decir, al pasar los años, el paciente que tenía un problema médico puede tener varios. Lo que va en desmedro de su calidad de vida. Calidad y cantidad de vida”, explicaron.
“En consecuencia, tener un IMAE en la región o localmente no hay duda de que brindará beneficios concretos. Ese es el gran objetivo de Comepa. Y vemos cómo pasa el tiempo, los meses, pasaron dos años y no somos autorizados. No vamos a competir con los IMAE traumatológicos de Montevideo, porque estos prácticamente ya no tienen capacidad ociosa. Tan es así que –como decimos– atienden a pacientes del Interior a las dos de la madrugada”. Precisamente eso le ocurrió al propio doctor González Montemurro.
“Un IMAE en Paysandú brindará en realidad beneficios a todo el sistema. En eso estamos, por eso seguimos realizando las tratativas, cumplimos con todo lo que se solicita. De hecho, no solamente consideramos la opción de administrar directamente el IMAE, sino de trabajar como subsidiaria de un IMAE de Montevideo”, subrayaron.