Cultivos de soja en la región tienen “buen desarrollo y conservan buenos potenciales”, según Nasta

Los cultivos de soja en la región presentan “buen desarrollo y conservan buenos potenciales”, aseguró a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Edgardo Nasta. Aclaró asimismo que “no se ven los cultivos exuberantes porque la falta de lluvias entre fines de diciembre y principios de enero no brindaron buenas condiciones para que desarrollaran vegetativamente muchas hojas y plantas”.
El integrante del departamento de Copagran, filial Paysandú, explicó que “estamos con cultivos de poca vegetación y potencial intacto, por lo que si las condiciones futuras de agua son buenas, continuarán mejorando”. Otro aspecto destacado por el profesional es que, en ese período, al no tener agua, los cultivos no desarrollaron mucho aparato vegetativo, pero sí les permitió desarrollar mucha raíz, lo que prepara mejor a las plantas ante una pequeña seca que pueda venir”.
De todas maneras, puntualizó que “la importante diferencia de precipitaciones en zonas cercanas entre sí ha influido en la región. Hay zonas relativamente chicas que han tenido 30 a 40 milímetros en el mes, frente a otras de 140 a 150 milímetros y aún más de forma acumulada”. Y precisó que, en casos puntuales, “es un problema para las chacras la baja cantidad de agua”.
En cuanto al granizo registrado hace algunas jornadas, Nasta mencionó que “hubo chacras afectadas”, puntualmente “algunas de ellas muy afectadas. No obstante, agarró a los cultivos en una etapa en la que se pueden recuperar, aunque no un 100% del rendimiento”. Señaló que la Cooperativa Agraria Nacional “trabaja con Surcos en seguros y teníamos todo asegurado para brindarle la respuesta a los productores afectados”.
En cuanto a lo sanitario, “no hemos hecho tratamiento de fungicida y el desarrollo sanitario es normal. De la roya, que asusta un poco más, hasta el momento no hemos tenido reportes. Los últimos informes indican que está relativamente lejos y acercándose al país en el norte, pero sin problemas en la zona”.
SORGO Y MAÍZ
Los primeros maíces “sufrieron un poco más por este problema de seca y los sorgos fueron siembras tardías, más bien de segunda, los que se encuentran desarrollados de bien a muy bien”, catalogó el técnico de la cooperativa local.
De todas formas, contó que tuvieron “algunos problemas de implantación en los sorgos muy tarde, en siembras de mediados de diciembre”. Nasta precisó que los problemas de implantación “estuvieron relacionados a la falta de lluvias verificadas en esa época”.
CLIMA REPERCUTE EN MERCADO
La falta de lluvias en varias zonas del país es un problema que también preocupa en Argentina. Contrariamente, los pronósticos climáticos con lluvias anunciadas en algunos estados agrícolas clave afectan las cosechas en Brasil.
Estos problemas repercuten en el mercado mundial de la oleaginosa y provocan alza de los precios futuros en las sesiones de venta de Chicago. La soja podría llegar a subir más todavía si la incertidumbre de las cosechas de Sudamérica se acrecientan en las próximas semanas.
Las últimas lluvias en Paysandú y parte de la región les llegaron a los cultivos en el momento justo, pues estaban muy bien implantados y con muy buenos desarrollos. Tan es así que en la Estación de Meteorología de Paysandú, en enero, se registró 197 milímetros, cuando el promedio para el primer mes del año es de 100. Un dato importante es que entre el 13 y 15 de enero llovió 134 mm, superando ampliamente el registro mensual.
Ahora el problema comienza a ser la falta de lluvias y el impacto será más fuerte en aquellas zonas del departamento de Paysandú que no recibieron la misma cantidad de agua.
Meteorología local no registra precipitaciones desde el 24 de enero (el 23 llovió 41 mm) y, de acuerdo con los pronósticos, no habría lluvias hasta el sábado 10 de febrero, por lo que serían 18 días sin agua en los campos, soportando temperaturas superiores a los 35 grados en varias de esas jornadas.
Este jueves, la Unidad Gras del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) actualizó la estimación de agua disponible en el territorio uruguayo con base en la tercera década de enero (entre los días 21 y 31). En el informe, se aprecia un muy bajo porcentaje de agua disponible, entre 0 y 20 por ciento, en los departamentos al norte del Río Negro. El analista meteorológico José María Rodríguez dijo a radio Carve que “las zonas que recibieron menos niveles de lluvias fueron el centro-oeste de Tacuarembó, suroeste de Rivera, sureste de Salto, Este de Paysandú y Río Negro, y el noroeste de Artigas. Las precipitaciones que recibieron estas regiones fueron muy escasas”, aclaró.
Por el contrario, las regiones con “muy buena” disponibilidad de agua en sus suelos fueron las del sureste y Este de Florida, extremo sur de Tacuarembó, oeste de Treinta y Tres, y Cerro Largo y gran parte del territorio de Lavalleja y Maldonado. Estimó que los promedios de lluvias recibidos en estas zonas rondan los 200 a 250 milímetros.
Comentó que los principales modelos meteorológicos concuerdan con que no habrá episodios de lluvias importantes hasta el 10 de febrero. Mientras, otros indican que las precipitaciones estarán ausentes durante la primera quincena del mes.
EN OTRAS REGIONES
En cuanto a otras zonas del país, en Dolores y áreas cercanas se ven chacras más sentidas que en Ombúes de Lavalle y en la zona agrícola hacia Colonia, donde las áreas plantadas estarían un poco mejor.
Esta situación contrasta fuerte con la registrada en la zafra pasada, cuando los cultivos recibían una lluvia por semana y llegaron a un rendimiento récord de 3.026 kilos por hectárea y una producción global de 3.338.000 toneladas, que representaron 56% más que en la zafra anterior, según datos oficiales del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.
La oleaginosa alcanzó un área de 1.300.000 hectáreas en este ciclo de cultivos de verano, con un crecimiento importante de las sojas de primera –estarían ocupando un área cercana al millón de hectáreas– y una baja de las áreas de segunda.
ARGENTINA Y BRASIL
En Argentina, la falta de lluvia complica y el mercado mundial se volvió mucho más climático, tras el recorte de producción que hizo ese país y por los problemas que sacuden a Brasil, donde se esperaba una producción récord. Argentina redujo a 16.750.000 hectáreas y, en algunas zonas, no se llegó a completar la siembra de soja de segunda por falta de humedad en el suelo. Ahora afirman que no habrá un nuevo ajuste a la baja en el área sojera.
A su vez, en Brasil, varias zonas productoras de la oleaginosa están soportando lluvias copiosas que podrían llegar a afectar la cosecha de este año.
Todo esto está provocando que la soja futura muestre valores cercanos a U$S 362 por tonelada y hay expectativa de suba. En las últimas dos semanas, las cosechas en Brasil se aceleraron, pero el clima comienza a afectar zonas clave como Mato Grosso, Goiás, Mato Grosso do Sul y San Pablo. La incertidumbre es creciente.