Mientras el homicida permanece internado, recuperándose del impacto de bala recibido en una pierna, en la víspera se llevaron a cabo los sepelios de las víctimas del hecho registrado en Salto el jueves, que conmovió al país. Un hombre de 61 años ingresó a la finca de su expareja, Olga Costa (44), que era custodiada por dos policías por disposición judicial, y disparó de muerte a la mujer y a uno de los hombres, el cabo Fernando Fabián Farinha.
En tanto, desde el Sindicato Único de Policías del Uruguay (SUPU) se confirmó a EL TELEGRAFO que serán recibidos por el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, el próximo lunes a las 16. Entre los temas a plantearle, se encuentra el servicio denominado 10/10, por el que se brinda custodia a víctimas de violencia en situaciones complejas.
NO CUMPLIÓ CON EL PROTOCOLO
Por su parte, Bonomi fue crítico al ser abordado por medios de prensa de la capital del país y afirmó que Farinha no cumplió con el protocolo, al no llevar puesto el chaleco antibalas.
Al ser consultado sobre de quién era la responsabilidad, Bonomi contestó con una pregunta: “¿quiere que sea antipático?”. Inmediatamente respondió: “del policía”. “Si tiene el chaleco, si lo tiene, porque lo tiene, no es que no se lo hubieran dado, y no lo usa, es él el que no lo usa”, afirmó el ministro.
“Hoy se está investigando por qué no lo usó”, adelantó. “Esta declaración no le gusta a nadie. Hay que seguir a fondo y decir las cosas como son. El chaleco había que haberlo usado”, insistió Bonomi.
El ministro luego agregó que “en realidad la responsabilidad es del homicida”. Y continuó: “el responsable de esto es el homicida. Un homicida que estaba sacado y además tenía criterio suficiente como para decir ‘tengo que ir primero sobre el policía y después sobre la mujer’. O sea, lo planificó, tenía capacidad técnica para desarrollarlo. La responsabilidad es del homicida. Se ayuda no teniendo el chaleco”, concluyó.
EL ÚLTIMO ADIÓS
El cortejo fúnebre de Fernando Farinha llegó pasadas las 10 de ayer al Cementerio Artigas de la ciudad de Salto. El cuerpo del cabo fue acompañado por familiares, amigos y policías de todas las dependencias del departamento. Farinha ingresó a la Policía en 2004 y fue ascendido a cabo en enero de 2016. Estaba casado y tenía tres hijos. No le tocaba ser la custodia de Olga Costa en la madrugada del jueves, pero terminó ahí para suplantar a una funcionaria policial que estaba enferma.
Durante el sepelio, en que hicieron la guardia de honor y colocaron el pabellón nacional sobre el ataúd, hicieron uso de la palabra el subdirector nacional de la Policía y el subjefe de Salto, comisario mayor Adolfo Cuello, quien le dedicó un mensaje al cabo fallecido. “A pesar de la pérdida viviremos con tu recuerdo de hombre de bien, de buen padre, de un gran hijo, un compañero de lujo y un excelente policía. No habrás vivido ni muerto en vano si somos capaces de recordarte como lo hacemos hoy. Deseamos fervientemente que haya paz sobre tu tumba y que el Supremo extienda su manto protector hoy y siempre sobre tu viuda, tus hijos, tus padres y todos aquellos que hoy unidos y acongojados sentimos el inmenso dolor de tu partida”, indicó con la voz quebrada.
Por su parte, en el Cementerio Central de Salto se realizó el sepelio de Olga Costa, también con presencia de amigos y vecinos.