Lo mismo de siempre, aunque con novedades

Este año el predio ferial es “lo mismo de siempre”, pero no tanto. Están las plazas de comida, pero bueno es que estén porque de otra forma no se podría satisfacer el apetito de las miles de personas que lo recorren.
Están los puestos que venden ropa, artículos electrónicos y otros productos seguramente importados de Oriente. Pero en menor número de puestos –setenta– y con una estructura de estand que realza la visión general de esos veinte mil metros cuadrados junto al río Uruguay. Están los artesanos, en un centenar de puestos, que ofrecen una buena variedad de artículos, a veces al alcance de todos los bolsillos, otras solamente de algunos. Pero recorrerlos es parte de esta tradición festiva que lleva más de medio siglo. Está el puesto para sacarse fotos con serpientes. Está el puesto para la tira de fotos divertidas. Están las chopperas, como siempre pero con aires innovadores. Porque esta vez hay una especie de homenaje a la cerveza original, a la artesanal, que con el paso de los siglos –y el aumento de la demanda– se convirtió en industrial. Nunca antes en este algo más de medio siglo los consumidores tuvieron la posibilidad de seleccionar entre más de cuarenta tipos diferentes de cerveza. Eso es lo innovador, aún cuando la cerveza siempre estuvo presente, desde la primera edición.
Está el anfiteatro, con las primeras jornadas con escaso público y desde la mitad y hasta el final con buena o gran asistencia, según el interés que despierten los artistas.
Está el Parque de Diversiones, la alegría de los niños y la perdición de la economía familiar. Con la Rueda Gigante, el Gusano Loco y esos juegos que cada año los vemos. Pero también están las Lanchas Chocadoras. Y ese juego nunca antes estuvo en la fiesta.
Y hay posibilidad de diversión en diferentes puntos del predio. En el Teatro de Verano “Eduardo Franco”, con espectáculos para niños todas las tardes, con juegos, premios y buen entretenimiento. Está el juego de ajedrez gigante, el espectáculo del circo, el show de acrobacia en telas, diferentes actividades en La Angelina, los músicos del altiplano que con su canto atraen clientes para la compra de sus discos.
Este año el predio ferial es “lo mismo de siempre”. Pero, en realidad, es un predio ferial con decenas de atracciones simultáneas. Dependerá del interés de cada visitante valorarlas. Pero allí están. A disposición de todos.