La ministra de Turismo, Liliam Kechichián, mostró su molestia con respecto a la calidad de la obra vial que se realizó en la ruta 90, una vía de tránsito que no se encontraba dentro de las prioridades debido a que fue construida hace muy pocos años.
“Estamos en fluido contacto con el Ministerio de Transporte, porque obviamente la infraestructura vial es clave para el turismo. En este caso, en la zona, priorizamos la ruta 25. Esa es la que se priorizó porque en realidad la 90 se hizo, hace siete u ocho años”, expresó la secretaria de Estado.
Kechichián comentó al respecto que “ahí también nos damos cuenta de que hay algunas empresas que empiezan a estar en el ‘Clearing de empresas’. Hay que abrir un poquito más los ojos, porque la obra no tiene la duración que se esperaba. Fue una inversión grande la 90”.
INVERSIÓN
El tramo más nuevo de la ruta 90, al que hace referencia la ministra, fue el que se construyó entre Piedras Coloradas y el empalme con la ruta 25. La obra fue ejecutada por la empresa Colier S. A. y se inauguró hace menos tiempo de lo que recuerda Kechichián, ya que fue en 2014, o sea hace apenas cuatro años.
Fue una obra que presentó múltiples dificultades que llevaron a la extensión de los plazos de ejecución y también a un incremento en los costos. La obra estaba presupuestada originalmente en 90 millones de pesos más IVA y aportes al BPS, lo que elevaba los números a 130 millones de pesos, unos seis millones y medio de dólares, a la cotización de ese entonces.
EL TELEGRAFO publicaba en ese momento que el tramo de obra “comprende alargue de alcantarillas, ensanche de plataforma a 7,20 metros de firme y unos dos metros de banquina pavimentada con corrección altimétrica, y está entre los kilómetros 48 y el 73, donde habrá recargo de material granular (30 centímetros de tosca) y luego tratamiento bituminoso doble”. También se indicaba que, debido a los ajustes que hubo que realizar, se dispuso una ampliación del monto.
Por su parte, el intendente Guillermo Caraballo dijo que el tema de la ruta 90 se ha conversado con el ministro Rossi. “Está claro que es una competencia nacional, del Ministerio. Puntualmente, hemos definido como prioridad la ruta 26. Pero por supuesto la 90 también está en la agenda, dependerá de las posibilidades del Ministerio”, dijo, durante una rueda que se realizó en la sala de convenciones del hotel Salinas del Almirón, con la participación de un grupo de periodistas montevideanos, invitados por la empresa que gerencia el emprendimiento.
MÁS DIFICULTADES
Pero los problemas con las empresas constructoras no se agotan en las rutas. El mismo Centro de Visitantes de Montes del Queguay, que se inauguró ese día, sufrió importantes retrasos e incremento en los costos a raíz de los problemas económicos que sufrió la empresa salteña Perdomo Construcciones, que llevaba adelante la obra. Lo mismo ocurrió en Nuevo Berlín con la estación fluvial, también financiada originalmente a través del Programa de Apoyo al Sector Turístico (Mintur-Bid 2), que ejecutaba la misma empresa. Ambas obras fueron completadas con aportes que llegaron mediante convenios con otras entidades, como el Ministerio de Transporte o la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande.
En la misma instancia con los medios, Guillermo Scarlatto, gerente del área Ecosistemas del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma) también dio cuenta de dificultades en las obras que se llevan adelante en San Javier, en el histórico galpón de piedra construido por los inmigrantes.
“Está concluida la obra dura, la obra externa, estamos ahora en el proceso de obra interior, con dificultades con las empresas constructoras, porque también a veces trabajar en el interior de nuestro país es complejo, es mucho más complejo que en Montevideo. Es difícil encontrar empresas que estén dispuestas a trabajar en esas condiciones. Eso implica un montón de desafíos y en eso estamos aprendiendo, tratando de incorporar esos aprendizajes en la gestión”, afirmó.
