Reconocimiento al Dr. Rómulo Calegari en presentación de libro sobre arte torregarciano

En la reciente presentación, en el Hospital Escuela del Litoral, del libro sobre los murales que pintaron Joaquín Torres García y sus alumnos en el Hospital Saint Bois, se trazó un paralelismo entre aquella experiencia, que se llevaba a cabo por iniciativa del doctor Pablo Purriel en 1944, y lo que sucedía en nuestro medio.
El arquitecto Rubens Stagno, que tuvo a su cargo la exposición, señaló que el pabellón Martirené, donde se pintaron los murales, es un ejemplo de una nueva concepción moderna de la arquitectura hospitalaria. El proyecto es del arquitecto Carlos Surraco, autor de grandes obras como el Estadio Centenario, el Hospital de Clínicas, etcétera.
En Paysandú, en ese momento, se inauguraba el edificio del nuevo Liceo Departamental, obra de los arquitectos Jorge Beraldo y Eustaquio Fernández, de 1938. También un edificio donde se procuraba aplicar criterios modernos de iluminación y ventilación natural, amplitud de ambientes y de circulación, con dos grandes patios centrales.
Stagno reflexionó que “se puede considerar que este es uno de los primeros ejemplos de la arquitectura moderna local, al que siguieron otros de notables arquitectos, como Garrasino, Máscolo, Vignola, Arroyo Mendoza y tantos otros, que es otro patrimonio olvidado por nosotros mismos y no reconocido a nivel nacional”.
En 1948, llegó un alumno de Torres García que hizo uno de los murales en el Hospital Saint Bois, Day Man Antúnez, y pintó uno de los dos grandes murales en el gran hall de entrada del recién inaugurado liceo. En tanto, el otro es obra del profesor Jorge Pérez Lynch, expuso. Precisó que la fecha coincide con el regreso a su suelo natal del doctor Rómulo Calegari, quien se había formado en neumotisiología como practicante interno del Hospital Saint Bois “y sin duda conoció y convivió con estos grandes del arte de la pintura y el muralismo”.
“De ahí, la amistad que lo unía a Day Man Antúnez, que dejó obras en Paysandú durante más de 40 años. Son varios los murales, como el ‘Éxodo del pueblo oriental’, encargo del Banco del Litoral, en el hall del edificio de la UTU, el gran cuadro de Artigas, en “Purificación” en la escalera que conduce a la Junta Departamental, también el de la Liga del Trabajo de Guichón, entre otros. Varios retratos a lápiz, carbonilla y óleos están en poder de familias sanduceras”, aportó Rubens Stagno.
Dijo que fue bajo la dirección de Rómulo Calegari (quien asumió la dirección del Hospital Escuela del Litoral en 1956) que se invitó a Day Man Antúnez y a su esposa, María Adelina Pérez –residente en Sitjes, Barcelona, quien participó en el acto– a pintar donde fue el comedor de los pacientes, cuatro grandes murales que se mantienen intactos y son una de las tantas joyas del acervo patrimonial de ese histórico nosocomio. Por tal motivo, se invitó a los hijos del doctor Calegari, Ana María y Luis, a descubrir una placa recordatoria, a la entrada de la sala que lleva su nombre, con un retrato que le hizo Day Man en 1980. (Más información en edición impresa)