Regreso a la movilización

Venezuela duele por donde se la mire. Al punto de que el gobierno uruguayo, en palabras del canciller Rodolfo Nin Novoa, reaccionó en contra de la farsa de elecciones que se celebrarán a mediados de mayo en ese país, con la sola idea de seguir perpetuando en el poder al presidente Nicolás Maduro. Lo que allí sucede es cualquier cosa menos una democracia, con una crisis económica grave y con niveles de violencia de los peores del mundo. Venezuela se va destruyendo y, a decir verdad, poco se ha presionado para que pare ese desmoronamiento.
Ahora, la oposición venezolana, que llama a boicotear esos comicios y siempre ha demostrado problemas para mostrarse unida, pretende renovar las movilizaciones, como una manera de volver a plantar bandera ante el totalitarismo de Maduro. Estos días, convocaron para el próximo sábado 17 de marzo a una “protesta contra el fraude”, con base en una plataforma que presionará por elecciones presidenciales “libres y transparentes”.
Se trata, por tanto, de la primera movilización que organizan los adversarios del mandatario, tras la oleada de protestas que exigían su salida del poder y dejaron unos 125 muertos entre abril y julio del año pasado. “Anunciamos la convocatoria a una protesta nacional y mundial en contra del fraude y por el derecho de los venezolanos a elegir”, señala un documento leído durante la presentación del llamado “Frente Amplio”.
La iniciativa surgió en rechazo a los comicios del próximo 20 de mayo, convocados de forma anticipada por la oficialista Asamblea Constituyente que rige con poderes absolutos, y en los que Maduro buscará ser reelegido hasta 2025. Ese “Frente Amplio” reúne a la coalición de partidos Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y representantes de las principales universidades, la patronal Fedecámaras, sindicatos, organizaciones no gubernamentales y disidentes del oficialismo. Aparentemente, logra convocar a un amplio espectro de la oposición.
Para este lunes, esas asociaciones también convocaron a una marcha hacia la sede de Naciones Unidas en Caracas, para pedirle a ese organismo que no se “preste a convalidar el fraude” que –a su juicio– preparan Maduro y el poder electoral.
La MUD decidió boicotear las presidenciales del 20 de mayo, luego de fracasar una negociación con el gobierno de Maduro sobre garantías electorales. Pero en contra de esa decisión, el exgobernador Henri Falcón –parte de la alianza– optó por postularse, al igual que el pastor evangélico Javier Bertucci y dos exmilitantes oficialistas poco conocidos.
Estos días, el diario Miami Herald divulgó una encuesta que asegura que la gran mayoría de venezolanos no piensa votar en las presidenciales convocadas por Maduro. El sondeo, elaborado entre el 27 de febrero y el 4 de marzo también muestra altos índices de desconfianza en torno a los dirigentes que aún argumentan que la crisis venezolana tiene una salida electoral.
Según la encuesta, el 61,7% de los venezolanos no piensan ir a votar el 20 de mayo, cuando el régimen prevé realizar unos comicios que ya han sido rechazados por gran parte de la comunidad internacional por haber sido inconstitucionalmente convocados y no brindar suficientes garantías de transparencia. Solo un 17,4% dice que sí piensa ir a las urnas, mientras que un 5,8% dijo no estar muy seguro de hacerlo. El 15% dijo que no sabía si lo haría o no quiso responder.
“Hay una nube negra en torno al proceso electoral que ha terminado de sellar un anillo de desconfianza sobre las elecciones. La gente participa en elección tras elección y la situación no solo no mejora, sino que empeora. Entonces la gente se va desanimando y termina hartándose”, subrayó Rubén Chirinos, presidente de Meganálisis, la firma que realizó esa encuesta.
“Ya son demasiadas frustraciones, demasiados los casos donde la gente va ir a votar y no elige. El voto es un intercambio de valores y es como cuando uno va al mercado a comprar algo. Y al igual de lo que ocurriría si uno fuese a un supermercado, pagara dinero y al final no te dieran nada. Llega un momento en que simplemente dejas de ir”, dijo, de su lado, el analista político venezolano Aquiles Esté.
El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, también cuestionó esta semana la situación política y social que se vive en Venezuela, que no reúne “las mínimas condiciones” para poder celebrar elecciones presidenciales.
Zeid presentó el miércoles su informe anual sobre la situación de los derechos humanos en el mundo ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en el que dedicó un apartado a denunciar la crítica situación política, social y humanitaria en Venezuela.
Es que todo en Venezuela no da para más y lo que se diga parece escaso ante la dimensión del drama bolivariano. Las elecciones siempre son un buen registro para medir el humor del pueblo y aquí hay un malhumor enorme. No es extraño que las grandes movilizaciones retornen a las calles venezolanas. El mundo, expectante.