Reunión tripartita en Montevideo define si PILI enviará a 130 obreros al seguro de paro parcial

En la presente jornada se concretará una reunión tripartita en Montevideo, que será crucial para el futuro inmediato de la industria PILI. En la sede del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y con la presencia de delegados de la Organización Sindical de empleados de PILI (Osepi), la empresa local planteará el envío al seguro de paro parcial de toda su plantilla de trabajadores.
La noticia, que ha generado diferentes reacciones, es coralario de la escasa cantidad de litros de leche que recibe actualmente la empresa (poco más de 100.000 litros diarios), que no permite hacer rentable el negocio y lleva a esta decisión.
“El gran tema es la baja de producción de leche”, subrayó a EL TELEGRAFO el delegado del sindicato de obreros de PILI, Marcel Petrib. “En el acuerdo que se cerró con los bancos, una de las exigencias era el trabajo a facón con la leche que llegara de Conaprole. Tras cerrarse el acuerdo con los bancos, PILI siguió negociando con Conaprole directamente, pero pasaron los días y se perdió el interés desde la cooperativa de mandarle la leche a PILI”, señaló.
Sostuvo que “esos 30.000 o 40.000 litros de leche que pudieran llegar serían la solución para los trabajadores y no tener que mandar la empresa al personal al seguro de paro y trabajar durante toda la semana”. Aclaró que “siempre se habló de 60.000 litros de leche diario que tendría que recibir la empresa”, pero sostuvo que “pueden ser menos y que sería una solución para salir ahora del paso”. Fue enfático al sostener que “si hoy no viene la leche de Conaprole a PILI, es por la decisión de la cooperativa, que en un momento dijo que le servía y ahora no tiene interés en el negocio”. El aumento en el precio de la leche en polvo y la clara diferencia con el queso muzzarella (que elabora PILI) han llevado a que Conaprole desestimara el envío de la leche.
De todas maneras, señaló que “esas negociaciones son entre empresas y nosotros nunca nos involucramos, pero sí estábamos atentos a ver si se realizaba el negocio”, que involucra a mucha gente que perderá jornales de su trabajo a partir de la decisión de la industria local.
NEGOCIACIONES
Este martes se realizó en Montevideo una asamblea de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (Fetil), con la participación de los delegados de todos los sindicatos de cada empresa. En la oportunidad, se planteó la situación de la empresa local. La propuesta de PILI, que se estudiará en la reunión, implica la reducción a cuatro días de la semana laboral.
Concurrió el doctor Ricardo De Izaguirre, presidente del Instituto Nacional de la Leche (Inale), quien brindó un pantallazo de la situación del sector. Allí mencionó que “a diciembre de 2017, la principal empresa que está recibiendo leche es Conaprole, 3.700.000 litros diarios, seguida por Alimentos Fray Bentos con 300.000, Estancias del Lago 300.000 litros, y una de las más bajas es PILI, con 105.000 litros”.
Este miércoles se llevará adelante la reunión tripartita en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social “y veremos qué propuesta trae la empresa por el seguro de paro parcial y cómo lo va a aplicar”, dijo Petrib. De igual modo, puntualizó que “habría unas 15 o 16 licencias pendientes de 2016 y, por Ley, no podría mandar al seguro de paro a esos trabajadores. Eso se tratará en ese encuentro”, finalizó.
OTRAS EMPRESAS
Al igual que sucedió con Calcar y Claldy, PILI se vio muy afectada por la desaparición casi total de Venezuela como mercado. En cuanto a las industrias lácteas, lo que se pretende es una congelación salarial. El sector ha perdido unos 700 empleos desde 2015 cuando cerraron Ecolat (del grupo peruano Gloria) en Colonia Suiza y Schreiber Foods en San José.
El convenio salarial del sector venció el 1º de enero y el sindicato espera la inminente convocatoria para que comiencen las negociaciones. Las empresas lácteas han planteado la congelación salarial, que implicaría su caída en términos reales. La Federación de la Industria Láctea entiende que se debe mantener su poder adquisitivo y dará prioridad a la estabilidad en la fuente de trabajo. Hoy trabajan en la industria láctea unas 5.000 personas, 134 de ellas en PILI, que es la empresa que aparece en una situación más complicada en la actualidad.