Un hombre de 22 años fue procesado con prisión, imputado de dos delitos de hurto. Según la información oficial, ante efectivos de la Unidad de Investigaciones se presentó un efectivo policial con un adolescente de 16 años, víctima de una posible rapiña en la zona centro-oeste de la ciudad. El policía relató que en circunstancias que llegaba a su casa vio al adolescente corriendo en actitud sospechosa, y al preguntar qué pasaba se enteró que había sido sujeto de un delito.
El adolescente retornaba de un centro de estudios y fue seguido por el hombre de 22 años, quien próximo a calle Pinilla le preguntó dónde llevaba el celular y al responderle que en la mochila, éste lo tomó del cuello y lo arrojó al piso, le robó la mochila y huyó. La víctima fue entonces auxiliada por dos personas.
Una tercera persona intervino en el hecho, redujo al ladrón y pudo recuperar la mochila de la víctima y su contenido, que eran materiales de estudio. La actuación policial contó para la detención con el apoyo de personal de la Unidad de Respuesta Policial (URP), que trasladó al aprehendido para su examen médico rutinario en la Emergencia del Hospital Escuela del Litoral.
Justamente el personal policial realizaba averiguaciones tendientes a la localización de este hombre basado en una denuncia de hurto formulada anteriormente por la responsable de una óptica, quien denunció la falta de un par de lentes para sol, valuados en 2.500 pesos.
Una vez que la Policía se hizo cargo, se elevaron los antecedentes a Fiscalía Letrada, que dispuso la formalización de la investigación respecto al indagado de 22 años, que cuando pasó al Juzgado fue imputado y condenado por dos delitos de hurto, uno de ellos especialmente agravado y en grado de tentativa, en régimen de reiteración real, en calidad de autor, imponiéndole la pena de prisión por diez meses con descuento de la detención sufrida.