MONTEVIDEO (Por Daniel Hardy Coll). Por primera vez en la historia, se encuentran en Uruguay cuatro premios Nobel de Paz en el marco de “Una acción por un mundo menos violento” que organiza “Voy x la paz” y que hoy en el auditorio del Sodre disertarán y debatirán sobre temas de actualidad.
Ellos son: Lech Walesa de Polonia, que obtuvo esta distinción en 1983 al organizar el movimiento sindical Solidaridad en plena invasión de la antigua Unión Soviética; Shirin Ebadi, de la República Islámica de Irán, galardonada en 2003 por su fundación para los derechos humanos de las niñas, niños y adolescentes y mujeres; Adolfo Pérez Esquivel, de Argentina, que una vez más dice presente en el país, habiendo sido distinguido por la academia en 1980 por su lucha por los derechos humanos en plena dictadura militar; y Rigoberta Menchú Tum de Guatemala, que por su defensa de los pueblos indígenas autóctonos de su país y de América Latina fue premiada en el año 1992 y es su segunda vez en Montevideo.
Los temas a abordar en el día de hoy serán los siguientes: “Personas como máquinas: el mundo del trabajo, la esclavitud invisible y el nuevo orden mundial” a cargo del polaco y antiguo presidente de su país en 1990, Lech Walesa. A continuación, la disertación de Shirin Ebadi y debate posterior sobre “Mujer y género: ellas, nosotros y el sentido de una lucha necesaria”. Más tarde será el turno de Adolfo Pérez Esquivel, que hablará del “Luminoso legado de la memoria”. Rigoberta Menchú Tum expondrá sobre “La educación como práctica para la libertad”. Cerrará la ceremonia académica el fundador de “Voy x la Paz”, Guillermo Whpei, de Argentina con el tema “Sin permiso: libertad de expresión y democracia”.
Participarán en las mesas, entre otros, el doctor Baltasar Garzón, la periodista de Canal 10 Blanca Rodríguez, el conductor argentino Mario Pergolini, entre otros.
Ayer cada uno de ellos analizó la necesidad de contar con un mundo menos violento desde diferentes ópticas, como ser las diferentes realidades en países como Brasil, Venezuela, Nicaragua, Honduras, Irán y Siria; asimismo destacaron la violencia producida a partir de la xenofobia por el racismo nacionalista en cada país de América Latina y bregaron para terminar con la masificación de neuronas y la pérdida de valores.
Pérez Esquivel entiende que vivimos en “un mundo de violencia, donde no se respeta la diversidad de las ideas, porque es difícil así unir y el futuro es tremendo” y definió que Lula es un preso político al que le impidieron ver en su reciente visita a Brasil.
A su vez, Shirin Ebadi sentenció que la situación de los derechos humanos está “cada vez peor en el mundo” y destacó la opresión del gobierno sirio del presidente Bashar al Asad que solo invierte en corrupción y en armas para el ejército opresor del pueblo.
Rigoberta Menchú, que se reunió con Eduardo Galeano en su casa, agradeció la presencia del juez español Baltasar Garzón y exigió “parar con los genocidios de los pueblos indígenas en el continente”, agregando que “viajé desde Ecuador y estoy muy angustiada por el asesinato de los tres periodistas en la frontera con Colombia”, señalando además “mi misión siempre estuvo al lado de las víctimas”.
Lech Walesa hizo mucha historia europea, repasándola desde las dos guerras mundiales hasta el presente y recordó qué “nadie creía que podíamos derrotar a los comunistas de la atigua Unión Soviética, y después de perder varias veces, lo logramos con solidaridad. La humanidad debe organizarse en base a la solidaridad y aprender a ser solidarios para lograr el éxito de un mundo menos violento”.
Todos ellos se mostraron muy preocupados por los altos índices de violencia en el mundo, por la esclavitud, las armas, el agronegocio y la violencia de género y anunciaron que, en mayo, se presentarán en España para denunciar lo que ocurre con la explotación laboral en la construcción de los estadios para el mundial de Qatar 2022, donde ya murieron unos dos mil nepalíes.