Exitoso estreno tuvo el circuito turístico en pueblo Esperanza

Además del ómnibus dispuesto por la intendencia, que viajó completo de pasajeros, fueron varios los visitantes que llegaron en locomoción propia hasta la vecina localidad de Esperanza para participar en la primera edición del circuito turístico Tierra de la Esperanza. La propuesta se desarrolló en el marco del proyecto Esperanza de Pie, que financia el programa Cosas de Pueblo, de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), en el que participan las distintas comisiones de la localidad.
La visita comenzó en la capilla San José, donde hubo una breve reseña sobre su surgimiento y la importancia que tuvo para la población, aunque su incidencia excedió lo meramente litúrgico, ya que fue desde ese lugar que el presbítero Horacio Meriggi dio un fuerte impulso a una forma colectiva de producir la tierra.
En cada punto, las referencias históricas fueron hechas por vecinos de la localidad. El recorrido, sobre el ómnibus, prosiguió por el lugar donde se ubica la vieja parada del ferrocarril, muy trascendente para la vida social y comercial de Esperanza. Luego, por la escuela vieja y el nuevo local donde hoy funciona, para detenerse frente al taller de Julio Chialanza, mecánico, conocedor de muchas historias de la zona, pero además uno de los últimos especializados en el mantenimiento de molinos de viento para el bombeo de agua. Chialanza además practicó la rabdomancia y explicó la técnica para detectar vertientes de agua subterránea.
El recorrido llevó al grupo hasta la sede del Esperanza Fútbol Club para apreciar las vitrinas y una colección de camisetas históricas de la institución, que recientemente se reincorporó al fútbol oficial, y compartir algunas anécdotas de la época vieja de la institución que integró la legendaria Liga Sureña. A la salida, una batucada integrada por jóvenes locales con la camiseta del club recibió a los visitantes.
La recorrida concluyó en la vieja planta de Conaprole, donde una vez funcionó la primera pasteurizadora láctea del interior del país. Allí hubo un relato sobre las circunstancias en las que se instaló y los tiempos que siguieron hasta el cierre definitivo dispuesto por la empresa. Luego hubo una degustación y venta de productos locales, del grupo Sabores Caseros y de una productora artesanal de la zona. En definitiva, una enriquecedora experiencia que permitió conocer muchas historias del pueblo y de la zona, pero además la comprobación del interés del público por acceder a ellas, sobre todo considerando que el paseo –a diferencia de muchas de las propuestas fuera del predio ferial– tenía un costo, que no fue obstáculo para contar con un buen número de participantes.
Al cierre, los vecinos invitaron para la próxima edición de la Feria de la Artesanía y la Alimentación, que se llevará a cabo el 13 de mayo, fecha en la que es posible que se reedite el recorrido.