ARAPEY. (Por Pablo Blanc). Los jurados australianos Brooker Jones y Andrew Dennis, responsables de calificar en el concurso de vellones del 10º Congreso Mundial de la raza Merino Australiano, se vieron gratamente sorprendidos por encontrar vellones de micras tan finas”.
“No nos esperábamos este nivel”, indicó la experta de ese país tras finalizar su tarea junto a los uruguayos Federico Raquet y Hugo Surraco por la industria, e Ignacio Abella por el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL). Explicó que se apreciaron “muchos vellones de 16 y 17 micras, muy blancos y buen largo de mecha, además de buena resistencia”. El vellón ganador fue de La Magdalena de Los Tordos. Se trata de un vellón de 17 micras promedio, peso limpio 6,47 kilos, 99,7% factor Confort, 13 cm. largo de mecha, resistencia 58,6 N/ktex, precio U$S 128 promedio.
Participaron 51 vellones con un promedio general de 17,3 micras; fueron cinco expositores uruguayos y uno argentino.
Destacó el “brillo y buen blanco de la lana”, a pesar de que observaron algunos colores más amarillentos, lo que influyó en la decisión que tomaron, viéndolo desde el punto de vista comercial. La decisión de los dos expertos australianos fue del 90% comercial y 10% subjetiva.
Se tomaron en cuenta los valores del mercado lanero australiano, teniendo en cuenta el cierre previo a la semana de Pascuas, transformándolo a dólares australianos, sacando el precio por vellón. “El indicador es muy bueno para que el productor pueda saber cuánto le entra por vellón y por hectárea”, puntualizó Brooker. Explicó que “algunos vellones fueron desde 70 y llegaron hasta 130 dólares americanos”. Tomamos en cuenta los vellones de lana ultrafinos, superfinos y medios (machos y hembras), que se transformaron luego en cuatro clases”.
SORPRESA
Federico Raquet se mostró sorprendido por los vellones que había sobre la mesa, “con colores negativos menos 2 y menos 1, que no es lo común que se ve, sumados a datos objetivos muy buenos”.
Manifestó que el peso de vellón limpio “afecta mucho en el precio final y en este caso como no hubo control de esquila, puede ser que algún resultado no sea el más justo, porque no se controló en la esquila todos los vellones”.
Se ponderó “en base a los vellones que teníamos y como algunos pesaron más, fue el determinante principal de que hubiera un ganador en las diferentes categorías y el resultado final”.
El industrial uruguayo indicó que “tratamos de adaptarnos a lo que los australianos querían ver y no hacer una negociación. En realidad los jurados eran ellos, y nosotros estábamos apoyando como locales”, puntualizó.