El diputado sanducero Nicolás Olivera expresó su inquietud por la instalación de un centro educativo en el predio del Vertedero Municipal, según un convenio celebrado con la Intendencia de Paysandú, y cursó pedidos de informes ante los organismos responsables, como el Codicen, el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y el Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU).
El parlamentario indicó que, según la información aportada, este 17 de abril comenzó a funcionar la Escuelita del Vertedero en el marco del programa de Fortalecimiento Educativo, por el que se procura que los adultos accedan a culminar sus estudios. Para ello, en coordinación con la Intendencia y el Mides, la ANEP dispuso la instalación de un aula prefabricada dentro del predio municipal donde se realiza la actividad de deposición final de residuos.
Esta iniciativa de las autoridades supone la realización de programas y talleres con aquellos adultos de la zona del Vertedero que manifiesten interés, mientras que sus hijos podrán realizar –en el mismo lugar– actividades recreativas, explicó Olivera.
Dijo que ante la “falta de sentido común” en cuanto a la ubicación del nuevo centro educativo y frente al evidente riesgo que el Vertedero supone, cabe preguntarse si no habría en la zona un lugar más adecuado para generar un espacio de aprendizaje e inclusión, “sobre todo cuando estamos ante un contexto crítico de gran contaminación”.
Observó que esta situación se ve claramente agravada cuando se toma conocimiento que, durante la jornada, los adultos concurrirán al Vertedero con sus hijos menores, quienes, mientras sus padres estudian, realizarán actividades recreativas a metros de la basura. El diputado señaló que “es poco creíble y claramente irresponsable” que las autoridades públicas hayan resuelto instalar un aula dentro del propio Vertedero, donde en forma permanente ingresa para su deposición final los residuos de toda la ciudad.
El representante aliancista entendió que es imperioso solicitar respuestas a las autoridades, sobre todo cuando se incentiva la presencia de menores en dicho predio. Recordó que este tema ya había sido planteado por él en años anteriores, por la grave problemática que supone. En este sentido, señaló que la iniciativa de las autoridades está muy lejos de constituirse en una propuesta de educación inclusiva y de calidad.
Tras argumentar, Olivera cursó pedidos de informes a las autoridades competentes, a fin de solicitar respuestas sobre quién adoptó esta decisión, cuáles han sido los informes que la han avalado y sí se cuentan con estudios que aseguren que no existe riesgo para la salud de los niños y adultos que concurren a dicho centro.
También consultó sobre si el INAU está al tanto de la situación y si ha dispuesto la autorización para que estas actividades se realicen. Asimismo, entre otros elementos, se requirió acceder a toda la información que dé cuenta sobre quién recayó la decisión de ubicar un centro educativo dentro del vertedero municipal, así como quiénes son los responsables del proyecto y las actividades que allí se desarrollan.
Al considerar que el lugar carece de todos los atributos para considerarse un espacio para el desarrollo de una educación digna, solicitó al Codicen la información relativa a los argumentos que dan base a la decisión adoptada, consultando si se solicitaron estudios técnicos. También indagó sobre la eventual existencia de informes multidisciplinarios que aconsejen o sugieran instalar el aula dentro del Vertedero, en un marco de gran contaminación y falta de salubridad.
