Piden que hogares de adultos mayores “estén efectivamente habilitados”

En Paysandú, de acuerdo al Ministerio de Salud Pública, no hay Establecimientos de Larga Estadía para Personas Mayores habilitados. Hay sí, tres en proceso de habilitación. “Esta situación lógicamente nos preocupa y mucho”, dijo el edil Francis Soca, del Partido Nacional. “No podemos hacernos los distraídos ni mirar para otro lado ante una realidad que golpea a un sector de nuestra sociedad tan vulnerable” por lo que “el Estado debe controlar con rigor que los hogares que funcionan estén efectivamente habilitados”, así como “los aspectos sanitarios y de seguridad de acuerdo con lo establecido en el decreto 356/2016, reglamentario del artículo 518 de la ley 19.355, a los efectos de garantizar la calidad de vida y correcta atención de nuestros adultos mayores, dando a todos ellos una vida digna”.
“Se trata de los establecimientos públicos y privados que dan alojamiento y alimentación de forma permanente a esa población mayor. Son solo 18 en todo el país los residenciales para ancianos habilitados: 14 de ellos están ubicados en Montevideo. Hay otros en los departamentos de Flores, en Rivera, San José y Tacuarembó. Según el Ministerio de Salud hay otros 126 que están en proceso de obtener la habilitación”, destacó más adelante Soca.
El aumento en la “población anciana en instituciones denominadas residencias, casas de salud u hogares de ancianos” se debe en realidad a que “Uruguay constituye actualmente uno de los países más envejecidos de América con un 17% de su población mayor de 60 años, de los cuales el 13,4 % es mayor de 65 años.
Dentro de ellos el subgrupo que crece más aceleradamente es el de mayores de 75 años, con mayor demanda de cuidados y mayor probabilidad de pérdida de autonomía. El 94% de las personas mayores de 60 años reside en la comunidad”. Asimismo, “los mayores de 80 años ya constituyen 3% de esta población”.
Por otra parte, los cambios sociales en la estructura familiar, con el aumento del trabajo femenino fuera del hogar, provocó “un aumento de demanda de cuidados; ha ocurrido una serie de cambios sociales especialmente en la estructura familiar y con ello la mengua de la atención de los más vulnerables en situación de enfermedad o dependencia. Aproximadamente el 20% de los adultos mayores viven solos, sin quien les cuide ante la probabilidad de discapacidad o enfermedades”, destacó Soca.