Productores remitentes a PILI analizan cerrar tambos por atraso en los pagos e inviabilidad del negocio

La situación de la industria local PILI continúa siendo complicada. A la imposibilidad de recibir leche por Conaprole para normalizar la productividad y rentabilidad de la empresa, la dificultad para cumplir con el pago a proveedores, se suma ahora el atraso con los productores remitentes; algunos de ellos analizan cerrar su tambo por la falta de cobro y la inviabilidad del negocio.
“La situación está incambiada”, reconoció a EL TELEGRAFO el presidente de la Asociación de Productores de Leche de Paysandú (APLP), Gerardo De Souza. “Estamos preocupados porque ese atraso está pegando fuerte al productor y generando desánimo en los tamberos e incertidumbre para proyectarse hacia el futuro. Si a eso le sumamos el déficit hídrico y el endeudamiento de hace algunos años, los factores se juntan y pegan a la vez”, dijo.
Reconoció que el atraso existe con los tamberos, aunque también manifestó que desde PILI “se nos ha transmitido tranquilidad, porque entienden que, cuando aparezca algo más de estabilidad, no es que se estarían poniendo al día enseguida, sino que demorarían algunos meses, pero regularizarían la situación”.
El dirigente de la gremial sanducera manifestó que en la última reunión con el directorio de PILI “le transmitimos que hay varios productores, entre ellos tamberos, que por varios años han mejorado su genética animal e infraestructura, invirtiendo en mejorar su tambo, a los que salir del rubro les sería muy negativo”. Y puntualizó que el sector “está golpeado; día a día van quedando productores por el camino y todavía con este agravante se hace todo muy difícil”.
También consideró que está el caso de tamberos que “aún no dejaron el sector, porque es muy difícil hoy vender animales y la estructura de un tambo. Todo porque no se avizora nada positivo a mediano y corto plazo”. Para De Souza, “se sabe que está comprometida la producción debido al déficit hídrico que tenemos en la zona y a su vez la situación complicada de la industria que viene atrasada en los pagos. Hace algunos días estuvimos reunidos con el directorio de PILI y nos transmitieron que está aumentando en estos días un poco la remisión. Si se estabilizan los mercados del exterior, podría cambiar el panorama”.
Consideró que los productores han sido “bastante comprensibles con la gremial. Cada uno trata de encontrar la solución a su situación, en tanto mantenemos las reuniones con la empresa”. Sostuvo que “tras que no tenemos rentabilidad y todavía estar atrasado en el cobro, se hace muy difícil para todos los que estamos involucrados en el sector”. Enfatizó que “estamos entrando en el otoño y mal en todo sentido, porque hay productores descapitalizándose, ya que tienen que vender algunos animales para cumplir con otro tipo de deudas no asociadas al tambo”.
El tambo es un sector en donde la inversión es permanente. “Tenemos que sacar créditos o haciendo lo imposible para seguir produciendo, porque a las vacas hay que darle de comer, se debe pagar la energía eléctrica y el combustible, y no se puede dejar de sembrar”. Sobre este último punto, De Souza aclaró que hay productores que “han sembrado en febrero y hoy están resembrando porque, con el agua que cayó a mediados de marzo, nació y hoy se están secando; está muy difícil desde todo punto de vista”.
REUNIÓN CON CONAPROLE
También se habló de la situación de PILI –por la implicancia que tiene para la región–, en la reunión que este jueves se desarrolló en Paysandú, con la participación del presidente de la Cooperativa Nacional de Productores de Leche (Conaprole), ingeniero agrónomo Álvaro Ambrois, junto con la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL).
El ingeniero agrónomo Roberto Ceriani, presidente de la Asociación de Productores de Leche de Parada Esperanza (Aplpe), dijo a EL TELEGRAFO que “tenemos muchos vecinos que están en una situación bastante más compleja que quienes remitimos a la cooperativa y como integrantes de la sociedad sanducera sabemos de la influencia que tiene PILI para el departamento, que además nuclea a varias familias”. Sostuvo que, “por sugerencia y cesión de Conaprole, PILI está trayendo unos 25.000 litros por semana de la Cooperativa Lechera de Melo (Coleme), en el departamento de Cerro Largo”. Con respecto a la posibilidad de que ingresen a la industria local 60.000 litros de leche proveniente de Conaprole –como se viene manejando hace varios meses–, Ceriani indicó que “prácticamente está desestimado, porque hay una limitante gremial que impide que se llegue a un arreglo. Conaprole no quiere renovar los retiros por jubilación, ya que le permitiría reducir costos a la cooperativa y así mandarle leche a PILI para mejorar el funcionamiento de la industria local, hasta que el gremio revierta su posición”.
Agregó que además, Conaprole “está invirtiendo mucho dinero en la automatización y mejora de la gestión. Eso reduce el número de personal y la mano de obra deberá calificarse para otras funciones”. A eso, se suma que hoy el precio por leche en polvo –que vende Conaprole– es mayor al del queso muzzarella que elabora y comercializa PILI, por lo que los números no serían positivos para la cooperativa de entregar 60.000 litros diarios a la empresa sanducera para que elabore quesos a façon.