Un ómnibus muy especial

Ubicado en el predio ferial, durante la Semana de la Cerveza y en cumplimiento de una función muy diferente respecto de para la que fue fabricado, pero cumpliendo como bueno. ¿Eso a que viene? Nos referimos a un ómnibus, más precisamente a uno de aquellos denominados Centella de Plata, de la ya desaparecida empresa de transporte de pasajeros ONDA.
Su actual propietario, Rudy Volarich, residente en la Costa de Oro, contaba que este ómnibus corresponde a la fabricación de 1949 y está impulsado por el motor original GM de seis cilindros en línea. Detalló además que este ómnibus fue el que –hace muchos años– cayó a las aguas del río Santa Lucía y cuando el nivel del agua descendió, fue rescatado.
“Hace alrededor de 15 años que compré este ómnibus y lo fui adaptando a las actividades que llevo a cabo. Se instaló una cocina, se reformaron algunos asientos en la parte delantera, se instalaron mesas y bancos a efectos de que las personas puedan sentarse cómodamente a degustar los productos que elaboramos (crepalitos y waffles)”, expresó Volarich. Volarich estuvo así presente durante la Semana de la Cerveza y ubicó su ómnibus, que mantiene su carrocería con la chapa original de color aluminio que los caracterizaba y hasta el galgo –todo un símbolo de la empresa– pintado en el lateral derecho, casi junto a la puerta delantera. Las primeras ventanillas han sido reformadas para facilitar el despacho de sus especialidades. Se ubicó un volado para cubrirse del sol o la lluvia, y en el interior se llevaron a cabo las reformas.
Dado de que Volarich participa en este tipo de ferias o festivales, viaja muy a menudo y por eso mantiene a su Centella de Plata en permanente orden de marcha. “Siempre estamos revisando todo, controlando el motor y, por cierto, responde de muy buena manera”, finalizó.
Sin duda, para los más jóvenes, la presencia del ómnibus de la antigua empresa ONDA significó una novedad. Para los más veteranos, fue como si por un momento les reviviera esa nostalgia de un tiempo que ya pasó.