Aportes de Ancap a Rentas Generales “son un problema”, dijo Daniel Olesker

Los problemas que atraviesa Ancap desde el punto de vista financiero parten de los importantes aportes que hace el ente al gobierno central, tanto en forma de aportes directos como el 30% de sus ingresos, como el Impuesto Específico Interno que es más del 40% del precio de la nafta, el subsidio al supergas y el fideicomiso del gasoil, afirmó a EL TELEGRAFO el economista Daniel Olesker.
Profesor grado 5 de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la UdelaR, también fue Director General de Secretaría del Ministerio de Salud Pública desde 2005 a 2010, ministro de Salud Pública desde 2010 y luego ministro de Desarrollo Social. Desde el gobierno comenzó en 2005 la reforma en Salud Pública con el Sistema Nacional Integrado de Salud y el Fonasa. En 2010 continuó la profundización del sistema de salud, para luego comandar el Mides. Es actualmente asesor del Instituto Cuesta Duarte del Pit-Cnt y de Fucvam.
DE AMBOS LADOS
DEL MOSTRADOR
Consultado sobre cómo lleva esa experiencia en los dos lados del mostrador, en el gobierno y ahora en la central sindical y las cooperativas de vivienda, donde hay reclamos al gobierno que es del mismo color que él integró, dijo que “lo veo como bastante natural”. “Valoro que la central de trabajadores, en particular Milton Castellanos y Fernando Pereira, casi enseguida que dejé el gobierno pensaron que debería volver al Instituto Cuesta Duarte, lo que fue también mi intención porque es donde estuve siempre”.
Afirmó que a su juicio “hay ciertos aspectos de las políticas públicas que se han modificado, y es necesario hacer una mirada crítica”, mencionando “el plan siete zonas, cuya eliminación estuvo mal”, refiriéndose a un plan armado “desde el Mides en 2013 para tratar barrios de Montevideo y Canelones de alta vulnerabilidad social y económica, con problemas de seguridad, de convivencia y donde se concentra la pobreza más dura, y que pretendíamos llevar a treinta barrios de todo el país. Eso se eliminó y tuvo impacto en las políticas sociales contra la pobreza”.
ESTANCAMIENTO
EN LA REFORMA
También hizo referencia a “un cierto estancamiento en la reforma de la salud, viendo lo que estaba en el programa de gobierno para el tercer período, como que ASSE igualara al mutualismo en sus ingresos, lo llevamos del 30% al 80% con la idea que llegar al 100%, pero quedó estancado en el 80%. Y también otras cosas vinculadas a las políticas sociales, o reformas tributarias”.
Resumiendo su ubicación en el gobierno y en el sector social, dijo que “hay una perspectiva de clase que uno lleva adelante de acuerdo a su forma de pensar en los lugares que le toca estar”, recordando que “hoy mi trabajo en el Cuesta Duarte es coordinar Presupuesto y un grupo de salud, casi en lo mismo que estaba”.
“EL RELATO SOBRE ANCAP”
Sobre qué análisis hace desde ambos puntos de vista con respecto, por ejemplo, al caso Ancap, dijo que “hay tres cosas”. “Una que pueda ser la más importante y no solo en referencia al gobierno sino a toda la sociedad, que es el relato sobre Ancap, que ya está instalado, y que todo lo negativo se realza y todo lo positivo se minimiza. Por ejemplo qué porcentaje del llamado déficit de Ancap fue provocado por las inversiones, y si esas inversiones eran importantes para el país, en particular el horno tres de portland de Paysandú, que se importó el equipamiento y quedó para este período del Frente la obra civil, que se resolvió no hacer. Y creo que se debió hacer esa inversión, y que el problema de la cementera de Ancap no está en haber hecho una inversión innecesaria sino no haberla completado en este período”.
También dijo que “no se puede discutir de Ancap sin tener en cuenta que alrededor del 30% de sus ingresos van a Rentas Generales, tanto sea por el IMESI como los aportes que hace a Rentas Generales y también el fideicomiso del gasoil. Todo eso es casi un tercio de sus ingresos. Tampoco están sus problemas en los costos salariales, y puede haberlos en los costos de gestión. Puede haberlos también en la manera que las empresas distribuyen el combustible, debe esclarecerse que hay un subsidio al supergas del que se benefician todos los ciudadanos y que eso integra la cuenta de pérdidas de Ancap, porque hoy el costo al público de una garrafa de 13 kilos de supergas está en casi 600 pesos, pero el costo unitario es de más de 800 pesos, y esa diferencia la financia Ancap porque entiende que está bien subsidiarlo. Pero hay un problema en los costos globales que tienen que ver con el aporte a Rentas Generales”. (Más información en edición impresa)