La característica densa humareda al quemar el caucho de neumáticos se elevaba por metros al comienzo del corte de ruta en Salto, donde unas mil personas, apoyadas por vehículos de todo tipo, interrumpieron el tránsito de camiones de carga, ómnibus de línea y vehículos particulares por horas. La protesta tuvo como objetivo reclamar mayor seguridad, tras la serie de actos delictivos, entre ellos el asalto a un supermercado y una farmacia. Pero fue el asesinato del comerciante Néstor Enrique De Mattos, lo que desató la furia colectiva.
Aunque la Justicia determinó el desalojo, la orden no pudo ser cumplida ante el rechazo de los manifestantes. Incluso nada pudo hacer el jefe de Policía que se hizo presente en el lugar. El Ministerio del Interior decidió enviar 15 efectivos de la Guardia Republicana en apoyo a los efectivos policiales, mientras el intendente Andrés Lima solicitó ser recibido por el presidente de la República, Tabaré Vázquez, en busca de soluciones de fondo a la crítica inseguridad.
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