Escenario: Estadio Samara Arena (Samara). Público: 41.970 personas. Árbitro: Malang Diedhiou (Senegal).
Uruguay: Fernando Muslera, Sebastián Coates, Diego Godín, Martín Cáceres, Diego Laxalt, Nahitan Nandez (73’ Cristian Rodríguez), Rodrigo Bentancur (63’ Giorgian De Arrascaeta), Lucas Torreira, Matias Vecino, Luis Suárez y Edinson Cavani (90’ Maximiliano Gómez). DT: Oscar Tabárez.
Rusia: Igor Akinfeev, Igor Smolnikov, Ilja Kutepov, Sergey Ignashevich, Fedor Koudryashov, Alexander Samedov, Yuri Gazinskiy (46’ Daler Kuzyaev), Aleksey Miranchuk (60’ Fedor Smolov), Roman Zobnin, Denis Cheryshev (38’ Mário Fernandes) y Artem Dzyuba. DT: Stanislav Cherchesov.
Goles: 10’ Luis Suárez (U), 23’ Denis Cheryshev en contra (U), 90’ Edinson Cavani (U). Expulsado: Smolnikov (R).
Amonestados: Bentancur (U); Gazinskiy y Smolnikov (R).
Autoridad, jerarquía, experiencia. Características que dejó ayer Uruguay en el claro triunfo por 3-0 ante el local Rusia en el cierre del Grupo A, para terminar con merecimientos como primero de la serie, con puntaje ideal y sin goles en contra. Los celestes no dejaron lugar a ningún tipo de especulación si convenía o no quedar punteros de la zona, en vista del cruzamiento en octavos de final –finalmente, Portugal–, y salieron decididos a liquidar el pleito desde el comienzo.
Y así sucedió. Porque el partido se acabó a los 36 minutos, cuando Rusia se quedó con uno menos por doble amarilla a Igor Smolnikov y el marcador ya estaba dos a cero a favor del equipo de Oscar Tabárez. Los rusos, que venían de golear a Arabia Saudita en el debut (5-0) y de vencer sin problemas a Egipto (3-1), se quedaron sin respuestas ante un equipo que le plantó cara verdaderamente. Incluso, desde la roja al defensor ruso, el entrenador Stanislav Cherchesov hizo variantes pensando en el choque de octavos y hasta sacó del campo de juego a la figura en la primera dos jornadas, Denis Cheryshev.
Uruguay manejó el encuentro casi a su antojo. Abrió el marcador Luis Suárez con un golazo de tiro libre a los 10 minutos, previa falta a Rodrigo Bentancur en el borde del área; estiró diferencias a los 23 gracias a un gol en contra de Cheryshev ante un remate de Diego Laxalt que se desvió y se coló por el primer palo. Y Edinson Cavani, en su estreno en las redes en Rusia 2018, redondeó la gran tarde celeste en Samara.
La goleada premió la intensidad de los dos delanteros, un mediocampo por momentos más efectivo, y la seguridad de una defensa que salió ilesa de una formación de emergencia provocada por la lesión de José María Giménez. La variante táctica de Tabárez surtió efecto: Martín Cáceres jugó por la derecha, donde se siente más cómodo, Laxalt rindió muy bien por la izquierda, Bentancur y Vecino se sintieron más cómodos como interiores en la zona media, y Torreira se lució como único volante de contención. En ese rombo que formó el entrenador de Uruguay, permitió al equipo más enlace con la zona ofensiva, en especial, con la presencia de Bentancur más cerca del área rival. La dupla en la zaga conformada por Sebastián Coates y Diego Godín cumplió a pleno; tuvo un duro trabajo para frenar al grandote número nueve ruso, Artem Dzyuba, que pivoteaba y bajaba todas las pelotas que le enviaban.
Han sido tan claves para mantener el cero en el arco uruguayo como el arquero Fernando Muslera, que ayer superó el récord de Ladislao Mazurkiewicz como el jugador celeste con más partidos disputados en Mundiales, con 14 presencias. El golero siempre se mostró seguro. Una garantía.
La última parte del partido, con un anfitrión rendido a la espera del pitazo final, se transformó en una carrera por conseguir que Cavani convirtiera su primer gol en este Mundial. Controlando y manejando los tiempos, sin esforzarse demasiado ante el calor de Samara, Uruguay contó con varias ocasiones para aumentar el marcador: una habilitación de Suárez a Cavani, quien no pudo llegar por poco, un disparo de lejos de Cristian Rodríguez, que entró en el segundo tiempo, y un casi gol olímpico de Giorgian De Arrascaeta, otro que ingresó en el complemento.
Hasta que Cavani consiguió su tanto, un premio a la perseverancia y a la entrega en cada compromiso. El delantero del PSG aprovechó un rechazo tras un cabezazo de Godín y se convirtió en el segundo uruguayo en anotar en tres Mundiales diferentes, al igual que Suárez. La fiesta dio paso al debut del sanducero Maxi Gómez en una Copa del Mundo. Gran triunfo celeste, sin sufrimiento, que jugará los octavos –el sábado a las 15 en Sochi– con la moral por todo lo alto.
