El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Enzo Benech, reconoció ayer en Paysandú, al referirse a la delicada situación de la industria láctea PILI, que “el hecho de ser una empresa privada complica muchísimo la intervención del gobierno para su salvataje”.
El secretario de Estado, que asistió a la inauguración de las 46ª Jornadas Uruguayas de Buiatría y posteriormente se reunió con el sindicato de empleados de la empresa, Osepi, y la Mesa del Frente Amplio, se refirió a “una mesa láctea que viene funcionando y a la que concurría antes de ser ministro, incluso PILI fue una empresa que visité personalmente. Sé la inversión que hizo, pero también la problemática que tiene”.
Reconoció que tiene “dificultades porque trabajaba exclusivamente para el mercado de Venezuela, y cuando falló ese mercado se quedó con el brasilero”, que pagaba bastante menos. Agregó que “tiene muchísimas dificultades por el fuerte endeudamiento. Ha tenido desde el Banco de la República algunos corrimientos de vencimiento, pero es una situación difícil por la escasa producción”.
Consideró que “son momentos difíciles porque el rubro lechero ni bien se reacomodó desde el punto de vista de la producción primaria, muchas empresas reinvirtieron en capacidad instalada y hoy tendrían que tener más leche para poder cubrir sus costos fijos, su servicio de deuda, pero eso es la realidad”, afirmó.
Sobre la problemática de los productores, que tienen entre dos y tres meses sin cobrar la leche que producen y remiten a PILI, expresó que “no es la primera vez y nos preocupa mucho”. Y agregó que “también hay empresas que han cerrado y no es bueno que eso suceda”.
