Un “cambio profundo” para tratar problemas de discapacidad

En el marco de la inauguración formal del hogar “Alas multicolores”, que alberga a 47 personas discapacitadas mentales que estaban en la chacra de “Aldeas de la bondad”, la presidenta del INAU, Marisa Lindner, dijo a EL TELEGRAFO que “como institución estamos muy contentos y felices de estar acá, concretando algo que estaba planteado desde hacía bastante tiempo, vinculado a un cambio profundo en la forma en que el Estado atiende a las situaciones de discapacidad”.
Agregó que “hay toda una cultura social de mucho tiempo y que es necesario desandar, por la cual muchas veces personas con diferentes problemas de discapacidad eran aisladas, llevadas a lugares como las colonias, donde quedaban casi de por vida. Y esta es la reconversión de un proyecto que no solamente tiene que ver con un cambio locativo, sino con un cambio de modelo de trabajo en relación a lo que hace como eje el ejercicio del derecho de las personas con casos de discapacidad. Este es un centro que tiene INAU desde hace 30 años, que estaba gestionado por las Aldeas de la Bondad (y todavía en Salto estamos en proceso de cierre) pero que ahora reconfigura el trabajo, permite y habilita como vemos hoy, personas que estuvieron durante mucho tiempo institucionalizadas, y muchos de ellos se criaron desde niños en el INAU y que luego han tenido toda su trayectoria vital en lugares de institucionalización total”.

Un cambio de paradigma

Según la jerarca, la propuesta actual “está vinculada a generar redes comunitarias, sociales y familiares, que son tremendamente importantes, ya que después de muchísimos años están empezando a vincularse con familiares que hace mucho no veían. Y eso es porque hay una propuesta que genera esas posibilidades, a partir de la conformación de equipos técnicos con procesos que atiendan las especificidades de cada una de las problemáticas, porque todas son distintas y han generado una situación de dependencia que requiere una atención permanente”.
Por esta razón, “es un cambio de paradigma en los modelos de trabajo y atención a las situaciones de discapacidad, la confirmación de un camino que se ha empezado a recorrer por parte la sociedad y del Estado uruguayo y sobre lo que podemos decir en este corto tiempo es que tiene excelentes resultados para los procesos de ejercicio y garantía del derecho a la persona que de alguna manera se han visto privadas del cuidado familiar, que tienen problemáticas que requieren una atención específica y que hoy lo podemos concretar en un lugar digno, que cuenta con los recursos suficientes para poder atender no solamente los problemas de salud, sino las posibilidades y alternativas para el desarrollo de una vida más plena”. (Más información en edición impresa)