Sin demanda internacional y escasa exportación, la situación de la apicultura es “muy preocupante”

El panorama de la apicultura en el país continúa siendo muy preocupante. Sin demanda internacional y exportando menos del 30% de lo producido, el futuro es incierto para quienes sufrieron primero la sequía y luego el exceso hídrico, y vieron perjudicarse sustancialmente la producción en esta zona del litoral.
El año no ha sido bueno desde el comienzo. Primero fueron las escasas lluvias que desde diciembre complicaron al sector, y posteriormente el exceso hídrico en el arranque del otoño que “lavó” las flores de los eucaliptos y provocaron un descenso en el promedio de la zafra de “35 kilos por colmena a entre 18 y 22 en todo el litoral”, según explicó Dardo Cima a Tardáguila Agromercados.
No obstante, se estima que la producción exportable ronda las 7.500 toneladas, por encima de varios saldos exportables de la última década. El problema observado en esta zafra es el precio. Cima, técnico apicultor y presidente del Grupo Apícola Paysandú (GAP), y fuentes del sector exportador manejan costos de producción que rondan los U$S 2 por kilos mientras el precio ofrecido por los exportadores es de U$S 1,15 a 1,20 por kilo, ya que el precio FOB actual es de aproximadamente U$S 1.700 por tonelada cuando se exporta a Europa, casi U$S 1.000 menos que lo ofrecido en zafras anteriores, y “ni siquiera así hay demanda”.
Esto ha generado un estancamiento generalizado en el mercado, en el que exportadores e intermediarios están sobre stockeados de tambores (tanques) de 300 kilos de miel que aún no tienen destino en el extranjero. También, que más de 40% de la miel siga en manos de productores, de acuerdo con la estimación de Cima.

Ocupación

El sector apícola ocupa a más de 3.000 productores y miles de trabajadores más a lo largo de la cadena. Es una actividad que se complementa con múltiples rubros, llegando a generar más de U$S 42 millones en exportaciones en 2011.
Sin embargo, la detección de glifosato en miel hace unos años, que perjudicó la imagen del producto en los principales mercados, sumado al fuerte aumento de la oferta internacional y a la incursión de la miel adulterada de China, generó una caída precipitada de los precios que tiene “paralizado” al rubro apícola.
Durante la última década el promedio de exportación de miel ha sido de 10.000 toneladas por año; en las zafras, que van de octubre a mayo, generalmente se exporta entre 85% y 90% de la producción total, a un valor medio de U$S 2.850 por tonelada en los últimos 10 años, de acuerdo con datos de la Comisión Honoraria de Desarrollo Apícola (CHDA).

Los precios más bajos

Alejandro Evia, director de NectarBee, al igual que Cima, ve con mucha preocupación la situación actual del sector.
“Los precios son de los más bajos en los últimos 20 años y, sumado a esto, no hay demanda”, por lo cual prácticamente no hay movimientos en el mercado y este estancamiento hace que empresas y productores no cuenten con dinero corriente para solventar gastos operacionales”, dijo. “Hay productores que no tienen para el gasoil para ir a ver las colmenas” agregó. El director y fundador de NectarBee enfatizó que los costos de producción son el principal problema para la apicultura en Uruguay: “Es muy difícil competir con India, Vietnam o Turquía con este costo país, sin mencionar la miel adulterada desde China”, refiriéndose a la falta de competitividad por costos de mano de obra, combustible e impuestos.

Adulteración

China, el principal exportador, ha aumentado su número de colmenas en 21% en lo que va del siglo. Sin embargo, su producción total aumentó 88% de acuerdo a datos de la FAO. Esto ocurre debido a la adulteración del producto, práctica usual en los exportadores chinos que consiste en agregar glucosa proveniente del arroz y otros cultivos industriales.
De esta manera, China inunda el mercado global con miel más barata para la misma demanda, ya que “es muy difícil detectar estas adulteraciones porque existen múltiples métodos”, comentó Stephan Schwarzinger, de la universidad alemana de Bayreuth, en un reportaje publicado por el portal Euractiv.
La presencia de glifosato en miel, por encima de los niveles aceptados por la Unión Europea, es un tema recurrente. Desde 2007, la UE exige niveles menores a 100 ppb (partes por billón) de glifosato en la miel regular y por debajo de 20 ppb para aquellas definidas como orgánicas.
Hasta 2016 no se realizaban muestras, o no se ponía el énfasis que hubo en las últimas tres zafras y esto ha perjudicado significativamente el prestigio de Uruguay en ese mercado.
No obstante, Alejandro Evia señala que “con mucha demanda se flexibiliza lo del glifosato, hoy hay mucha oferta”, por lo que el mercado europeo, y sobre todo el alemán, no está en búsqueda de mieles uruguayas.

Poco optimismo

Existe poco optimismo en las perspectivas a corto plazo. A pesar de que la demanda global de miel está en constante crecimiento, los elevados costos de producción –en relación a muchos competidores– y la inaccesibilidad a mercados, hacen que el panorama se vea difícil para el sector apícola.
Una oportunidad sería la entrada al mercado chino de alto poder adquisitivo, pero existen muchas incógnitas por el momento. De acuerdo con Evia, hay mucho hermetismo en las negociaciones entre la Cancillería uruguaya y los representantes chinos. “El proceso va a ser largo, nadie sabe a ciencia cierta en qué estamos” recalcó el técnico y exportador. Finalizó dejando claro que “capaz se abre mañana, el mes que viene o tal vez nunca”.