“La trazabilidad en Uruguay la veo con mucha envidia pero el productor debe tener paciencia”

Mientras en nuestro país muchos productores se cuestionan el éxito de la trazabilidad al no tener un plus económico en la venta de su ganado sobre otros países que no la tienen, para el licenciado en Ciencias Agrarias de Argentina, Víctor Tonelli, a la trazabilidad en Uruguay la ve “con mucha envidia”, pero entendiendo “la visión del productor que dice: tengo probablemente el sistema más sofisticado que hay en el mundo (no lo tiene ni siquiera Estados Unidos, y tampoco Australia en el nivel de Uruguay hasta la cuarta y quinta balanza), y me pagan lo mismo que otros países”.
Invitado por la firma Indarte y Cía. a brindar una charla en Paysandú, el consultor privado en área de ganado y carne de Argentina reforzó la idea, explicando que “es un sistema extraordinario y súper sofisticado que da una garantía y confianza exterior”, y dejando en claro que Argentina “tiene un sistema razonable pero atado con alambre al lado de lo que posee Uruguay”.
En diálogo con EL TELEGRAFO, el también productor ganadero y administrador de varias empresas ganaderas, sostuvo que la pregunta del productor uruguayo es: “tenemos dos sistemas bien diferentes, pero los dos exportamos a los mismos destinos a precios similares”. Y sentenció: “tengan paciencia porque el mundo va hacia una mayor transparencia y mayor necesidad de confianza, y mayor exigencia en sanidad e inocuidad. Ambos temas necesitan de una trazabilidad muy profunda”, dijo.
Argentina, que hoy tiene un sistema bastante más básico, “ya se está cuestionando si no tiene que empezar a mirar más el modelo uruguayo (seguramente nos llevará mucho tiempo llegar a lo que ustedes han alcanzado)”, precisó el licenciado Tonelli.
Y agregó que los productores uruguayos “hoy sienten una descompetencia. Es como que Uruguay anda en un Mercedes y nosotros en Ford Falcon viejo y nos compran a los dos. Pero no va a durar demasiado, si Argentina no avanza hacia un modelo Mercedes Benz va a tener problemas”, aseveró.

LA DIFERENCIA EXISTE
Para el presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), ingeniero agrónomo Federico Stanham, la diferencia entre el sistema de trazabilidad que posee Uruguay y los demás países que no la tienen “ya existe, el tema es contra quienes nos comparamos”. El titular del organismo, que participó recientemente de la 20ª Jornada anual de la Unidad de Producción Intensiva de Carne (UPIC), señaló a EL TELEGRAFO que actualmente para acceder a China “se debe tener una trazabilidad como la que tiene Uruguay y así se la han exigido a Argentina, y eso le está generando estrés al país vecino para poder mantener sus exportaciones. Allí están introduciendo cambios y si no cumplen con los cambios que le exige el país asiático, en cualquier momento tendrán problema con ese mercado”, dijo.
Actualmente las plantas en Uruguay que no tienen acceso a China o a Europa, “no es porque no tengan trazabilidad –algunas plantas nuevas no tienen acceso a esos dos mercados, pero si a otros–, logran un precio que está 15% por debajo del promedio de las plantas que si acceden a Europa y China, porque ambos la exigen”, puntualizó Stanham.
“Nosotros exportamos el 70%, y no podemos tener el 70% de animales para exportación y 30% para el mercado interno. Esa separación de cantidades, se hace de distintos cortes que se le hace al animal”, aclaró. Y acotó que Brasil, “que exporta el 10% de lo que produce, tiene una cadena logística en donde algunos animales están trazados y son los que van a Europa y China. Lo mismo sucede con Argentina y Estados Unidos”.
Los países que exportan la mayor cantidad de carne que producen internamente, “como Australia, Nueva Zelanda y Uruguay, tienen trazabilidad individual y obligatoria”, remarcó el presidente de INAC, aclarando que la trazabilidad australiana es distinta a la uruguaya. “En Australia se trazan los animales cuando salen del campo, no se trazan al nacer, pero todos los animales deben estar caravaneados y con chip electrónico y el sistema brinda la misma información que tenemos nosotros”. Y sobre el precio, explicó que “ya estamos obteniendo las ventajas de tener trazabilidad. Si uno quiere decir cuánto demoró Argentina en acceder a la Cuota 481, nosotros accedimos enseguida porque teníamos trazabilidad. Toda la ventaja de precios que tuvimos en estos 6 a 7 años de Cuota 481 fue gracias a la trazabilidad y eso son varios cientos de millones de dólares”, finalizó diciendo.

ABRE MERCADOS
El director en Uruguay del grupo Marfrig, doctor Marcelo Secco, explicó a EL TELEGRAFO que la trazabilidad “abre mercados y le da una red que otros países no tienen. Es como en un circo, uno vive permanentemente en el aire, y la trazabilidad a Uruguay le da una red que otros países no tienen”, precisó.
“No me imagino un Uruguay sin trazabilidad”, sostiene el industrial. “Eso no quiere decir que no revisemos el sistema que tenemos y no busquemos en dónde están los puntos más dolorosos desde el punto de vista de costo y funcionamiento, tanto a nivel de la trazabilidad en todo el proceso”.
Secco expresa que “es una tecnología que se debe hacer bien, siendo cara y complicada, y que va dentro de un contexto de ciertas obligaciones que nos impusimos como país, que le permite tener a Uruguay un estatus sanitario y de funcionamiento que es modelo, y que le permitiría bajar el nivel de exigencia que nos autoimpusimos para enfrentar algunos mercados”.
Pero el empresario fue claro al plantear que “la discusión no es trazabilidad si o no. Se debe revisar el sistema para ver si podemos hacerlo más amigable”, dijo. “Uruguay tiene un sistema de sanidad bastante sólido, pero la complejidad está en los sistemas de certificación del movimiento de haciendas, inmerso dentro de lo que son campañas sanitarias, que algunas incluso no han dado éxito, porque hemos visto algunas enfermedades reproductivas y otras más que se han extendido, además de un tema a trabajar como es la tuberculosis”.
“Todo esto sumado a lo que son las garantías sanitarias que muchos mercados nos autoexigen, ha generado estructuras pesadas de funcionamientos, de software, de movimientos y documentos, que la verdad se nos hace bastante engorroso y le va agregando costos al funcionamiento del sector en forma privada, pero haciendo pesada la estructura oficial de servicios”, expresó Secco.
Indicó que “eso atrás que no se ve, no es solo el funcionario, es el costo, la licencia, el software, las renovaciones de licencias, mantener eso vivo y funcionando, y son costos importantes”.