Criollos, Cuarto de Milla y Holando se destacan en último día de calificación

MONTEVIDEO (Por Pablo Blanc). La mayor muestra agropecuaria y punto de referencia para la genética nacional, la 113ª Exposición Internacional de Ganadería y Muestra Internacional Agro Industrial y Comercial, que se extiende hasta el domingo, tendrá hoy el último día de calificación en las pistas.
En la mañana se juran caballos Criollos, Brangus y Holando. En la tarde, continúan los Criollos, Normando, Holando y se agrega la raza equina Cuarto de Milla.
En Brangus será jurado Rafael Burutarán; Holando: Josh Wright (Estados Unidos); Normanda: Pascal Lemoine (Francia); en equinos, Criollos: Luiz Alberto Martins Bastos (Brasil); Cuarto de Milla: Ignacio de Mendiguren (Argentina).
Pero hoy también habrá remates. A las 12.30 horas está prevista la subasta de reproductores Aberdeen Angus, y desde las 16 horas, el remate Hereford y Polled Hereford.

REDUCIDA ACTIVIDAD
Con excepciones como las razas Angus y Hereford en bovinos, Texel y Corriedale en ovinos, sumado a lo que acontecerá hoy en equinos Criollos y Cuarto de Milla, que han presentado las muestras más numerosas de animales en pista, el resto de las razas ha disminuido respecto a otros años.
En la víspera, se apreció claramente que razas como Charolais, e incluso la misma Jersey, en otros años exhibían largas filas de animales, pertenecientes a varias cabañas. Esta vez fueron pocos los productos que presentaron estas razas, y también en la muestra de caprinos.
Precisamente, un hecho frecuente y que reunía a mucha gente (especialmente niños y escuelas) en torno a la exhibición de cabras, era la presencia de los cabritos, subiéndose a los bancos y saltando por todos lados. Ayer había pocas cabras y todos eran ejemplares adultos. La situación es atribuida a las dificultades económicas que atraviesa el sector agropecuario en el país, y los costos que genera el permanecer durante tantos días en el predio de la rural. No es solamente costear la presencia de los animales en los galpones y su alimentación, sino también de quienes cuidan esos ejemplares y la estadía de las familias que concurren con su producción.
“Todo es muy caro”, explicaron cabañeros que ayer presenciaban las muestras en pistas, y aclaraban que cada año es más difícil llegar al Prado.