Solicitada

NO MÁS AQUELARRE DE CANDIDATURAS DEL FRENTE
AMPLIO A INTENDENTES O ALCALDES
El POR –lista 871– asume la defensa incondicional de la postulación de candidaturas únicas a la Intendencia de Paysandú y a los Municipios (7) de Departamento. Dos, tres o más candidatos significan otros tantos proyectos y equipos políticos de Gobierno. Si así no fuera, estaríamos ante aventureros que proponen ser electos sin planes, sin estudios de la realidad, sin conocer la demanda social, sin calcular de dónde saldrán los recursos humanos y materiales, los apoyos del Gobierno Nacional, la colaboración internacional que se pueda lograr.
Nuestro Frente Amplio no precisa ahora una barredora de votos, aquel “agarrar todo”, lo que venga, comenzando por postular 3, 4, 5 postulantes a alcaldes en municipios donde ni tan siquiera contar con un Comité de Base, un boletín, un programa de radio, un plan común para la zona. Un mínimo estudio –como se hizo en Piedras Coloradas hace tiempo– de que prioriza la mayoría. La dirección departamental del Frente Amplio “hizo una gran contribución” al aquelarre, distribuyendo recursos para financiar la campaña de cada candidato a alcalde. El Frente Amplio se anuló a sí mismo. Veamos qué tan poco quedo funcionando, organizado, luego de la campaña. La mayoría fueron flores de un día: el de la elección. Luego, si te he visto, no me acuerdo…
Repetimos que tenemos un programa departamental único. O que lo vamos a tener. ¡Para que entonces multiplicidad de candidaturas! Hagamos una elección interna: que se ofrezcan compañer@s y ahí veremos quién está más cerca de la necesidad política, social cultural. Tanto es así, que la competencia no racional puede conducirnos a minimizar la gestión de nuestros Gobiernos, incluso –caso extremo– a procurar que no le vaya tan mal que anule la posibilidad futura del Frente Amplio, pero tampoco tan bien que permita la reelección segura del Intendente en funciones.
En la lucha por conquistar el cuarto Gobierno Nacional consecutivo, el Frente Amplio no puede ni debe hacerse trampas. Llamamos a los militantes a ser categóricamente exigentes con nosotros. No admitir claudicaciones políticas ni morales, disputas personales, carrerismos, uso ventajero de dineros públicos –¡ojo! Ediles–, búsqueda personal o familiar – grupal de un muy buen ingreso como Alcalde o Intendente.
Volvamos –entre otros– al propósito inicial del Frente Amplio “28 – Aplicaremos una política que suprima privilegios y logre economías en la conducción de gobierno. Eliminaremos toda forma de remuneración de los cargos electivos, políticos y de confianza, que signifique una situación de privilegio”.
En la vieja casa del Partido Demócrata Cristiano (PDC) cuando participamos de la Asamblea del Comité de Base del Frente Amplio de la zona –el pasado sábado 25 de
agosto– recordamos y llamamos a adoptar el punto 28 de las Primeras 30 Medidas de Gobierno del Frente Amplio, aprobadas en 1971. Nunca el Frente la anuló, porque no es solo una propuesta programática sino un principio. Los principios, no lo cambiamos, no los debemos cambiar para mantenernos coherentes, sólidos, en nuestros objetivos históricos de continuadores, recreadores del artiguismo.
En la casa del PDC escuchamos un muy completo informe del Director de Obras de la IdP, compañero Marcelo Romero. Brindó también respuesta puntual a muchos requerimientos, en general, referidos a preocupaciones del sector social representado en la reunión. Leí en EL TELEGRAFO que el Intendente Guillermo Caraballo anunció el inicio de la regularización del barrio El Roble y obras en el –hace décadas– desacreditado P3. Visitamos con Pedro, el mismo sábado, las excelentes obras de cordón cuneta, bituminización e iluminación en Delpero y Gamundi.
Por fin, creo que al compañero Guillermo le falló el olfato al designar –de la forma que lo hizo, con cucarda del Claeh, además– a Cinthya Moinzo. Nuestro querido Toto Gentile insiste en todo lo que ignoramos de nosotros mismos, de nuestra historia: ¡si fuera solo una dificultad de la directora de Cultura! Si las preguntas me las hubieran hecho, no habría salido mejor parado. A tomar los libros, me digo, que no muerden.  Raúl Campanella