Un hombre a prisión por el robo en tabacalera; recuperaron mercadería

En la noche del viernes –tal como publicara EL TELEGRAFO– un comercio mayorista de tabaco de José Pedro Varela y Sarandí fue robado mediante un boquete en una pared lindera con una casa deshabitada. Al acudir al lugar, personal de la Seccional primera y del Grupo de Respuesta Táctica (GRT), constató en el interior del local un gran desorden, mercadería tirada en el piso y un boquete en una de las paredes.
Frente a la finca deshabitada por la cual los denunciados sustrajeron la mercadería, se encontraba estacionado un vehículo con gran parte de lo hurtado. Consistía en una caja de 200 paquetes de tabaco con 20 cartones, 380 paquetes de 20 cartones de cigarrillos, 50 cajas de 30 hojillas, otras 200 cajas con 20 cartones de tabaco y 2 cajas de 200 paquetes de 20 cartones de otra marca de tabaco.
La camioneta donde estaba lo hurtado se encontraba requerida por hurto en la ciudad de Montevideo, y en una recorrida de la policía lograron ver en Cerrito e Ituzaingó a dos hombres posiblemente vinculados al hecho, los cuales se dan a la fuga. Continuando la recorrida, personal de GRT y URP detuvieron a uno, de 30 años, en las inmediaciones de Guayabos y 25 de Mayo, y fue trasladado a la Unidad de Investigaciones.
La Fiscalía dispuso en primera instancia que quedara alojado a su disposición, la entrega de la mercadería incautada, previa documentación por Policía Científica y que el vehículo permaneciera incautado.
Proseguidas las actuaciones a ese nivel, la jueza de 8º Turno resolvió la formalización de la investigación respecto al encausado, de 30 años, imputado por la presunta comisión de un delito de hurto especialmente agravado. Se le impuso como medida cautelar prisión preventiva por 180 días, mientras se dilucida el juicio correspondiente para que, en ese plazo máximo, se le confirme la sentencia.
Según pudo saber EL TELEGRAFO, el hombre ahora encausado, que vive en el barrio Aires Puros de Montevideo, tiene varios antecedentes en la Justicia de la capital, y junto a otros malvivientes planificaron el golpe en Montevideo, robaron una camioneta y vinieron expresa y directamente a realizar este robo, contando con la información necesaria sobre la casa abandonada y la posibilidad de hurtar la mercadería mediante un boquete.