El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, ingeniero agrónomo Enzo Benech, manifestó, tras visitar el departamento de Soriano, que en el país los espacios de siembra de soja y cebada aumentaron, lo que muestra que la crisis no está instalada en Uruguay.
El secretario de Estado restó importancia a las expresiones de existencia de crisis en el país, como señalan los productores, indicando que “si como dicen que estamos casi en una cadena de pago cortada, y en una situación parecida a la del 2002, no entendemos cómo las áreas de cultivos de invierno como la cebada crecieron notoriamente, aunque de por medio estuvo la gran sequía de tuvo que soportar el país”.
Agregó que “la soja se va a sembrar bien; la faena fue un pico, la exportación de ganado en pie y los precios del ganado también. No obstante hay gente que tiene dificultades y hay que ser muy respetuosos, pero podemos asegurar que en Uruguay no hay crisis porque la producción sigue funcionando”.
AGROQUÍMICOS
Destacó que el país tiene desde hace unos 15 años un crecimiento sostenido en el área agropecuaria y precisó que el uso de los agroquímicos “no es tan malo como muchos quieren hacer creer, sino que lo malo es el uso irresponsable de los mismos”.
Aseveró que un altísimo porcentaje de ingreso que tiene el país proviene del sector agropecuario, añadiendo que una cosa es la percepción y la otra es la prueba en materia de daños ocasionados por el uso de estos elementos. Pocas veces dijo, “ha habido una opinión contundente con rigor científico que indique que esto sea verdad”.
A su juicio se necesita cambiar la conciencia social negativa que existe de la actividad agropecuaria, pues se ve normalmente como responsable de problemas ambientales fuertes que tienen que ver con el uso del suelo o los agroquímicos, lo que no siempre es cierto. “Es imposible avanzar cuando las sociedades se enfrentan en dos opiniones diferentes sobre un mismo tema”, dijo.
Benech indicó que el sector agropecuario “realiza esfuerzos para adaptarse y mitigar los efectos del cambio climático, que está perjudicando la producción agrícola en el país”.
Indicó que el incremento de las áreas cultivadas ha ocasionado el aumento del uso de agroquímicos, pero que si se usan de buena manera no son dañinos. Acotó que las prácticas que se llevan adelante nos han permitido crecer y ser competitivos en el mundo e incorporar áreas que estaban totalmente ociosas que no se podían utilizar por invasión de malezas y demás.
FACTORES CLIMÁTICOS
El ministro entiende que a los factores climáticos, como es sabido, nadie los puede frenar y entiende que se deben aplicar políticas diferenciadas sobre la base de las características del productor. Insistió en que hay seguros para atender los daños producidos por fenómenos climáticos, como es el caso del granizo de los últimos días.
Agregó que “no se puede salir a poner plata cada vez que cae granizo. Para este fin de semana hay otra alerta meteorológica importante, y debemos decir que la política del Ministerio es de seguro agrícola”. Ejemplificó con situaciones observadas en Salto, señalando que en los meses de noviembre y mayo muchos productores fueron víctimas del granizo; muchos de ellos tenían seguro y pudieron subsanar las pérdidas. “Como en este caso es agricultura de invernadero no tuvieron tiempo de cambiar el nylon antes de que cayera la piedra y sufrieron importantes pérdidas”, remarcó.
Estableció que “el Banco de Seguros en noviembre de 2017 en Salto repartió 3 millones de dólares y nosotros pagamos 900 mil dólares de subsidios. Subsidiamos hasta el 90% de las pólizas de los productores más chicos. Después vamos en degradé hasta cierto nivel y a los grandes no le subsidiamos nada”.
MONITOREO SATELITAL
El director de Servicios Agrícolas Federico Montes anunció la puesta en marcha del sistema de monitoreo satelital de aplicaciones en su fase piloto, que será utilizado por los productores de la Asociación Rural de Soriano (ARS).
Se trata de un acuerdo de trabajo entre el MGAP y ARS y de los primeros socios de adhesión voluntaria al sistema. Se pone a prueba un sistema que incluye productores, empresas aplicadores, dispositivos terrestres y aéreos. El aplicador tiene un dispositivo con visores que alertan sobre áreas sensibles, escuelas, apiarios y cursos de agua que ya están georreferenciados.
