Entre los humanos infectados, aún con tratamiento, puede morir uno de cada diez

Sin tratamiento médico, nueve de cada diez personas enfermas de leishmaniasis mueren, mientras que si son tratadas a tiempo por la medicina, el porcentaje baja a un fallecido cada diez personas enfermas y tratadas. Tan fuerte definición fue dada por el médico veterinario Eduardo Supparo a EL TELEGRAFO, en el marco del informe presentado en la localidad de Chapicuy, donde aparecieron cuatro perros infectados por el parásito causante de la enfermedad –los que fueron sacrificados– y tras el análisis de sangre de los 230 perros que hay en el centro poblado.
“Paysandú está en una zona de riesgo receptiva, sin presencia del insecto vector, pero es vulnerable porque está cerca de una zona de circulación” del flebótomo, advirtió. Consultado si puede volar desde Salto hasta Paysandú, o venir en algún vehículo, dijo que “sí, puede venir en cualquier vehículo. Y si bien no tiene un vuelo largo, son unos 200 metros, como es un insecto que mide tres milímetros -es cinco veces más chico que un mosquito-, el viento lo mueve mucho y lo puede trasladar mil o dos mil metros, y en unos días puede llegar a cualquier lado”.

El repelente como única prevención

Sobre la prevención, dijo que “la prevención básica tanto para el perro como para el hombre es evitar ser picado”, y sobre que el animal anda suelto en la calle, dijo que “hay que ponerle collar repelente para evitar que sea picado, y se puede comprar en cualquier veterinaria. Es específico para el flebótomo, y el que se vende es Scalibor, que ya está testeado y tiene una alta eficacia, cuesta 600 pesos y dura cuatro meses, por lo que es un costo de 150 pesos mensuales y no conocemos otro aún. Pero también funcionan las pipetas (cuyo líquido se pone en el lomo del perro), con un principio activo diferente pero que también funciona y viene con varias marcas. Son diferentes opciones para que la persona elija”. En el caso de los humanos, lo mejor es usar repelente para mosquitos y tabletas de larga duración por la noche.
No obstante, Supparo hizo hincapié en “la higiene del entorno” para evitar la presencia del jején. “Eso es fundamental. Si no hay higiene y control de la vegetación, que hay que cortarla hacia arriba porque el flebótomo odia el sol, el viento y la lluvia, por lo que si hay arbustos deben cortarse las ramas hacia arriba, para que entre el sol en algún momento del día, y seque lo mojado. Y retirar de la tierra todo lo que evite que el sol la seque”, como macetas con plantas o recipientes con agua para el mismo perro, porque “eso es malo, puede formar criaderos del vector”. También insistió en tirar cosas que estén en el fondo o en el jardín y sean innecesarias, como heladeras viejas, cajones u otros elementos que no permitan la llegada del sol a la tierra.

El perro no contagia al humano

Consultado sobre si un perro infectado puede contagiar directamente a un humano, lo negó, señalando que “entre los perros hay transmisión por transfusión, por el acto sexual y placentaria (de la madre al cachorro) pero aunque muerda al humano no pasa nada, no se ha comprobado que lo transmita por la saliva, y tampoco por un contacto con la sangre del perro. Para contagiar al hombre el parásito tiene que entrar al cuerpo en la forma infecciosa, y esa solamente está dentro del insecto, es por picadura”.
Afirmó que “lo que hay que temer es cuando un perro está infectado y dentro de su cuerpo se está reproduciendo el parásito y se lo está ofreciendo a los insectos”, que son los que contagian a las personas. Los síntomas en los perros pueden ser problemas en los ojos, renales, hepáticos, digestivos, generar renguera, fiebre y tos. La primera lesión que puede aparecer en los perros es la lesión producida por la picadura del vector flebótomo, al que se denomina el chancro de inoculación. Es una lesión en la piel que no produce picor ni molestias. Suele localizarse en zonas sin pelo como los labios, la cara interna de las orejas, la nariz o las zonas del abdomen con menos pelos.
Sobre cuáles son los síntomas que se presentan en un humano contagiado de leishmaniasis, Supparo dijo que “son similares, pero no tienen tantas lesiones cutáneas. Pero todas las personas que han tenido la enfermedad en Brasil, tienen fiebre larga, de un par de semanas”. Afirmó que la enfermedad “es de alta letalidad para el ser humano. Los que se enferman son pocos, pero de ellos, si no se tratan medicamente, tienen una alta letalidad”.

Trabajan desde 2015

El brote de leishmaniasis registrado en 2015 en el balneario salteño de Arenitas Blancas, justificó la realización de un estudio de situación en simultáneo para Salto y Paysandú por las direcciones departamentales de Salud, representantes locales del Ministerio de Salud Pública.
En nuestro departamento, el diagnóstico se realizó en la ciudad de Paysandú, incorporando posteriormente las localidades de Chapicuy y Quebracho para la vigilancia entomológica, considerando los numerosos factores de vulnerabilidad dada su localización, siendo en el eje de la Ruta 3 las localidades más al norte, en cercanía con el límite departamental, donde además el traslado de perros en la región es habitual y frecuente.
Los sucesivos diagnósticos efectuados a través de la colocación de trampas de luz en la localidad de Chapicuy, arrojaron resultados negativos, siendo el más reciente realizado en el mes de marzo de 2018. Esta actividad se lleva a cabo en coordinación con el Municipio. Durante el año 2017 se realizaron además instancias de sensibilización e información a referentes institucionales y comunitarios, enfatizando en las medidas de prevención dirigidas al ambiente y a los reservorios.

La prevención efectuada

La Dirección de Salud trabajó en la prevención enfocada en la eliminación de posibles sitios de cría de flebótomos. Para ello se hicieron actividades coordinadas con el Municipio tendientes a mantener limpio el domicilio y sus alrededores, con especial énfasis en eliminar cúmulos de ramas, troncos, residuos de poda y acumulación de desechos orgánicos (materias fecales, restos de comida, basura, y otros elementos).
Como no se constató la presencia del insecto vector en el departamento, no es esperable la ocurrencia de casos autóctonos de leishmaniasis en humanos.