Veterinario Eduardo Supparo destacó la responsabilidad de la sociedad

El veterinario salteño Eduardo Supparo, responsable de la Comisión de Zoonosis, realizó una exposición donde informó a la asamblea sobre la situación de la leishmaniasis en la región. Detalló sobre los análisis realizados a todos los perros que se relevaron en Chapicuy –230 en total– e hizo hincapié en que para evitar la propagación de la enfermedad se debe actuar en la prevención, ya que no hay vacuna efectiva (la que circula tiene una efectividad del 60%) y el flebótomo, insecto chupador de sangre pertenecientes al género Lutzomyia en América del Sur que pica a los perros y puede también picar a la gente contagiándole la enfermedad, puede presentarse en cualquier momento.
En su informe, Supparo destacó el uso de un collar insecticida para los perros, “así como se le pone para las pulgas”, y dijo a EL TELEGRAFO que ese producto, cuya marca comercial más conocida es Scalibor, “protege al animal durante unos cuatro meses, y tiene un costo aproximado de 600 pesos”, pero evita que el jején hembra infecte al perro. El principio activo del collar es la deltametrina, un piretroide sintético con actividad insecticida y acaricida de amplio espectro.

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