Lluvias acompañan buena zafra de invierno y auguran interesante implantación de verano

Si algo le faltaba a la zafra de cultivos de verano, eran las lluvias con mayor continuidad en esta época. Y vaya si los registros de los dos últimos períodos de precipitaciones han sido buenos, que no están complicando la cosecha de invierno, y son beneficiosas para el futuro agrícola.
Desde hace algunas semanas, y en especial en esta región agrícola, buena parte de la siembra de soja se superpone con el avance de la cosecha de trigo y cebada. Aquí es imperioso para los agricultores contar con humedad en el suelo para que las semillas plantadas germinen, pero a veces también el exceso puede dificultar la entrada en las chacras para realizar la actividad.
En este contexto, las recientes precipitaciones también están permitiendo una buena germinación de soja y desarrollo de maíz, en un año en el cual los rendimientos de cultivos de invierno son prometedores.
En estos días es sumamente intenso el trajinar de camiones cargados de granos por las rutas nacionales y caminos vecinales, por tratarse de un período clave en el calendario de los agricultores y contratistas agrícolas, al procurarse cosechar lo más rápido posible para comenzar la siembra de segunda y a su vez, donde se siembra sobre un barbecho, se intenta aprovechar la humedad del suelo al máximo, sembrando la mayor área en el menor tiempo posible.
En el litoral norte, donde la gran mayoría de los cultivos de invierno ya terminaron su secado, la cosecha avanza con buenos rendimientos. De acuerdo a lo indicado a EL TELEGRAFO por el ingeniero agrónomo Miguel Pastorini, de la empresa Agrocentro, “los rendimientos de cebada oscilan en el momento entre 3.000 y 3.600 kilos por hectárea”.
El ingeniero agrónomo Luis Simeán explicó que “en general la cebada logra rendimientos por arriba de 3.000 kilos y el trigo un poco mejor, con rendimientos de 3.500 kilos por hectárea para arriba”.
El gerente de Copagran Paysandú consideró que la logística “viene trabajando bien, producto también de la buena calidad del grano, que permite desarrollar la tarea con celeridad”.
Por su parte el ingeniero agrónomo Sergio Pastorini comentó que las lluvias que superaron los 120 milímetros en la zona de Quebracho y un importante área de influencia, “lavaron un poco los trigos”. Precisamente, “antes lográbamos un peso específico de 84 a 85, y ahora estamos entre 78 y 79”, agregó el empresario con oficina y silos en Quebracho.
En cuanto a rendimientos, señaló que “para la cebada el promedio que se viene obteniendo oscila en 3.000 kilos por hectárea, y en el caso del trigo en torno a 3.500, con varias chacras que superan los 4.000 kilos”. Aclaró que en la zona hay “más trigo que cebada plantada”.
Enfatizó que hasta el momento “lo que se viene cosechando es de buena calidad, aunque también en estas horas se está levantando de las chacras con humedad, acelerando la tarea ante el anuncio de nuevas lluvias a partir del jueves”.
En el caso de chacras de cebadas de la zona de Young y más al sur, los rendimientos en varios casos son superiores a los 4.500 kilos por hectárea. También hay chacras de colza con rindes entre 1.600 y 2.300 kilos por hectárea.

Soja

De acuerdo a lo indicado por Miguel Pastorini, la siembra de soja “venía bien hasta que cortaron por estar muy seca la tierra. Retomaron luego de las lluvias del 12 de noviembre y volvieron a cortar este domingo”, destacando que para la siembra “esta agua vino muy bien”.
Por su parte, Sergio Pastorini aseguró que en esta amplia zona se siembra “más soja de segunda que primera, en torno a 70 por ciento de segunda y 30 de primera, lo que se da a la inversa en zonas como Young, donde el 70% es de primera y el restante porcentaje de segunda”.
Simeán indicó que “queda algo por sembrar de primera, y se terminaría esta semana”, observándose en las chacras “buena humedad y el nacimiento de las plantas”. Además, precisó que la tarea de los agricultores es muy intensa, porque se termina de cosechar, e inmediatamente se siembra de verano”.
Más al sur, muchos de los productores sembraron en seco –antes de las lluvias citadas–, y actualmente se aprecia una buena germinación. A esto debe sumarse el maíz sembrado en forma temprana.

Argentina

De acuerdo con datos publicados por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires el pasado 15 de noviembre, a la fecha, un 21% de las 13,7 millones de hectáreas ocupadas por cultivos (sea soja, maíz, trigo o girasol) en Argentina, sufrirían de exceso hídrico.
Las precipitaciones generaron excesos hídricos principalmente en el Centro-Norte de Santa Fe, Centro- Este de Entre Rios, Núcleos Norte y Sur y Centro de Buenos Aires, demorando las labores de siembra de verano y elevando las pérdidas de área en chacras que transitaban las primeras etapas vegetativas.
En el caso del maíz comercial, el 28,6% de la superficie implantada presenta una condición hídrica excesiva. De todas maneras, el impacto de las lluvias se verá reflejado en las próximas semanas, una vez que se pueda ingresar a las chacras más afectadas.
La siembra de soja de primera se ubicó en el 31,4% del área proyectada y el 28% de las chacras implantadas presentan una condición de cultivo buena.
Sobre Córdoba y el sur de Buenos Aires, las labores de implantación se retomarían en cuanto mejoren las condiciones climáticas, donde las lluvias recompusieron la humedad de los perfiles, mejorando las condiciones para el transcurso de la campaña 2018/19.
Por último, el informe de Tardáguila Agromercados sostiene que la cosecha de trigo cubrió el 16% del área implantada y en la región NOA el cereal alcanzó una condición regular a mala del 64 % debido a los problemas de brotado. El efecto negativo de las lluvias ha impactado más fuertemente en el Núcleo Norte, que, sumado al impacto de las heladas, provocaron un aumento intersemanal en la condición regular a mala de 26 puntos porcentuales.