Un Ford A muy peculiar

Y entre tantos autos que se podían apreciar allí en ese festival del motor celebrado en Hudges, provincia de Entre Ríos, sin dudas que llamó la atención.
Un “aparato” que combinaba un chasis y parte de la carrocería de un automóvil Ford A de 1931, con un motor de Ford Falcon, un 221 de seis cilindros que aportaba muchos caballos de fuerza, frenos de disco, suspensión independiente, una gran careta de radiador en posición inclinada, dos grandes faros, todo dentro de un contexto tirando a “voiturette”, con techo fijo y una parte trasera extensa donde se ubica el baúl portaequipajes.
Y hay que sumarle un rodado delantero más bajo y el trasero más grandes, de mayor diámetro y muy ancho.
Lo cierto es que este Ford A transformado en “voiturette” tiene lo suyo, camina rápido con un motor que empuja y mucho, tiene una caja de cambios de tres marchas, frena respondiendo bien a los requerimientos cuando se hace necesario y se “prende” bien al piso cuando se ensaya un viraje cerrado.
En el interior también hubo cambios, instalándose dos butacas.
Lo cierto es que la “innovación” valió la pena, salió bien, le gustó a los presentes y mostró que el ingenio creador en materia de autos sigue existiendo, en este caso, allá del otro lado del charco.