Dighiero abogó en la Junta por soluciones para industria láctea

Al referirse a la “grave situación que atraviesa la industria láctea en Paysandú y particularmente PILI”, en la media hora previa de la última sesión de la Junta Departamental, el edil frenteamplista Jorge Dighiero señaló que “en 1936, la ley de creación de Conaprole, para garantizar los 500.000 litros diarios de leche de calidad para el invierno montevideano, inicia la actividad lechera moderna en el país. En 1962, don Homero Nolla funda la empresa familiar que se transforma en uno de los ejes del desarrollo agrario de Paysandú. La cadena láctea nacional involucra unos 2.800 productores y Conaprole -principal industria- emplea directamente unos 2.000 trabajadores. Se producen en el orden de los 2 mil millones de litros de leche por año, y se remiten a las diferentes plantas cerca de 1.800 millones. El resto son consumos varios en los predios, sobre todo para la cría de la reposición”.
Dijo que PILI “recibe en el orden de los 22 millones de litros y tiene capacidad instalada en su nueva planta para procesar alrededor de 100 millones de litros por año. El consumo humano interno en el país es del orden del 10% de lo remitido a las plantas, con un promedio anual de 55 litros por cabeza. Debe destacarse que en el Uruguay de hoy se exporta alrededor del 90% de la producción láctea, en diferentes formas, y se ha logrado consolidar alrededor de 50 mercados”.
Trajo a colación que “hace 5 años tuvimos precios históricamente altos de la leche en polvo que llegó a cotizarse a unos 5.000 dólares la tonelada y hoy está en el orden de los 2.800 dólares, aunque llegó a valer menos. Con estos números y dado que el 90% de la producción se exporta, hoy tenemos un endeudamiento alto de los productores, unos 290 millones de dólares -llegó a estar en 350 hace un año- con una morosidad que históricamente era del orden del 0,5 % y hoy llega al 5 %”.
Acotó que “la industria, a su vez, debe 247 millones de dólares con una morosidad del 18%. El Gobierno, sensibilizado, ha implementado una serie de medidas, por ejemplo, la reducción de la tarifa de energía eléctrica por ser considerado como sector consumidor intensivo; fondos de apoyo; fondos para el desarrollo productivo, etcétera”.
“En el caso que nos ocupa, un préstamo, por ley, de un millón quinientos mil dólares para no tener que cesar la actividad de inmediato y comprar tiempo para buscar el inversor y más leche a los efectos de hacer viable su funcionamiento. A pesar de todo esto, diez productores abandonan la actividad cada mes; aunque no decae, ostensiblemente, la cantidad de leche total producida”, señaló.
Expresó además que “en Paysandú, la situación de PILI comenzó a complicarse a principios de este año. Desde la Intendencia, y desde este cuerpo, se comenzaron a buscar soluciones, coordinando sus actividades con los organismos nacionales involucrados, culminando en la obtención de fondos frescos para seguir funcionando. Luego, la empresa se presentó a concurso por 60 millones de dólares. La no aparición del inversor hizo que entrara a la planta el último camión de leche y se envasara el último queso de esta etapa. Seguramente habrá alternativas para la remisión de leche, pero en Paysandú vamos a tener 124 trabajadores en el seguro de paro”.
“Esta actividad ya no es privada, porque el principal acreedor es el Estado. Desde la Comisión de Asuntos Laborales debemos convocar al Departamento de Desarrollo de la Intendencia, a los diputados del departamento, al Centro Comercial e Industrial de Paysandú, a la Cámara de Exportadores del Uruguay para elaborar propuestas con soluciones que mitiguen la emergencia y lograr que la segunda planta láctea de Hispanoamérica vuelva a funcionar”, puntualizó.