Un hombre de 30 años, fue formalizado por violencia doméstica, luego de ser descubierto cuando espiaba a su cuñada en el baño de su casa.
Una mujer denunció a la Policía que su cuñado la había estado espiando cuando tomaba una ducha y que alertó de ello a su madre, la cual encontró a J.D.O.A mirando a su hija a través de la ventana del baño. El hombre vive con la hermana de la víctima en el mismo predio familiar, en una casa contigua.
Luego de ser descubierto, el hombre comenzó a enviar mensajes de índole sexual a su víctima, todo lo que fue relevado por personal de Policía Científica.
El sujeto, una vez confrontado con las evidencias, admitió los hechos y dijo estar arrepentido de tal acción, por lo que colaboró para llegar a un juicio abreviado, logrado de común acuerdo entre las partes. Confesó asimismo que no era la primera vez que la observaba, ya que en otras oportunidades la miraba a través de la mirilla de la puerta del baño.
Ante la Justicia, ratificó su declaración y se lo condenó como autor de un delito de violencia doméstica especialmente agravada, imponiéndole la pena de seis meses de prisión, la que se cumplirá bajo el régimen de Libertad Vigilada, bajo las siguientes condiciones: prohibición de acercamiento a la víctima en un radio no menor a 300 metros, prohibición de comunicarse con ella por cualquier medio –directo o indirecto– y la presentación dos veces por semana ante la seccional policial de su nuevo domicilio, debiendo permanecer por el lapso de una hora cada vez.
Formalizado por violencia doméstica
