Enorme foco de contaminación por la obra municipal inconclusa denuncian vecinos en El Roble

Un grupo de vecinos del barrio El Roble, concretamente de Libertad entre Antonio Estefanell y Ayuí, aunque especialmente en la primera cuadra, hasta Gianelli, mostraron su preocupación por el foco de contaminación que se ha convertido una obra en ejecución pero “sin ningún avance desde mediados de diciembre”, que es realizada por dos empresas y la propia intendencia. Una de las empresas se encarga del cordón cuneta, otra de bajar el nivel de la calle y la intendencia procederá luego a la construcción de desagües.
Pero en la calle, del lado este, quedó un enorme pozo que ocupa más de una cuadra, en algunos tramos de tres metros de ancho y de unos 90 centímetros de hondo, actualmente convertido en recipiente de agua estancada que permanece allí desde hace semanas. “Es impresionante la cantidad de mosquitos”, dijeron los vecinos. Aunque no lo indicaron, a simple vista se trata de un espacio ideal para que se desarrolle el aedes aegypti, transmisor del dengue, pues el agua estancada durante semanas es un sitio ideal para que deposite sus huevos.
Pero además del aspecto sanitario, los vecinos están preocupados por la obra en sí mismo. En algunos lugares está construido el cordón cuneta, a una profundidad de entre 90 cm y 40 cm, lo que implica que la calle deberá ser puesta a ese nivel antes de procederse a otras obras como asfaltado y veredas.
El sistema de desagüe previsto por la intendencia “no tuvo en cuenta la cercanía con el río”, advirtieron los vecinos. “Porque si bajan la calle, a una cota que nadie ha sabido decirnos, ni siquiera la ingeniera a cargo de la obra, que depende de la Intendencia, entonces, con el desagüe, la zona se inundará cuando el río alcance esa cota. Actualmente no se inunda con 9 metros, así que en lugar de avanzar, será un notorio retroceso”.
Se quejaron que “nadie aparece, ni de la intendencia ni de la comisión del barrio siquiera. Vinieron, hicieron eso; llovió, se llenó de agua, se estableció un foco de contaminación y nada más.
Quedamos como si no existiéramos. En esta cuadra una vecina se cayó dentro de la zanja llena de agua cuando con su esposo trataban de sacar una moto que habían comprado hace muy poco por un puente precario de madera que les hizo la empresa que construyó el cordón cuneta. Sufrió heridas y la moto muchos desperfectos. Pero como si nada”.
“No entendemos la obra, no nos parece para nada adecuada pero nadie nos escucha pese a que llevamos muchos años viviendo acá. Queremos una obra, pero una buena obra, que mejore el barrio, no que lo empeore, porque todos se van menos nosotros, que sufriremos las consecuencias. Pero de la intendencia nadie viene; parece que ni se interesan”.
El peligro del dengue, que se reproduce precisamente en época de calor, un agua putrefacta y una calle que se ha reducido de los 8 metros habituales a aproximadamente 5 metros, sin ningún tipo de señalización nocturna, aparecen como latentes peligros generados por una obra incierta, desde que primero se construyó el cordón cuneta sin primero bajar el nivel la calle y establecer los desagües.
En otra cuadra, donde el agua no muestra signos de putrefacción aún, se nota claramente cientos de renacuajos. Con todo eso deben convivir los vecinos, expectantes a su vez por más lluvia de alta intensidad que se pronostica para estas horas.