Paysandú y un empate clásico con polémica

El esperado debut por la 16ª Copa Nacional de Selecciones de OFI llegó para la Blanca y lo hizo nada menos que ante Salto, el gran clásico del Litoral. El resultado, 1-1, puede justificarse por lo realizado en la cancha por los dos equipos, que se repartieron el protagonismo y el dominio.
Sin embargo, Paysandú bien pudo haberse traído los tres puntos de no ser por los dos penales que no le concedieron en el segundo tiempo.
El inicio tuvo un marcado dominio del equipo salteño, que mandó con amplitud el primer cuarto de hora, y que se reflejó en el gol tempranero, a los 3 minutos, por parte de Luis Leguísamo. El delantero cazó dentro del área un rebote de Giossa, ante un remate de él mismo, y puso la ventaja para el local. Lejos de replegarse, Salto mantuvo las líneas adelantadas, con presión alta y con la posesión de la pelota.
El circuito entre los hermanos Leguísamo, Luis y Matías, más el manejo de Menoni, generó muchas complicaciones a la última zona sanducera, que en varias ocasiones debió apelar a las faltas para detener el avance del rival. De cualquier modo, Salto no volvió a tener ninguna otra ocasión clara de gol en ese tramo, el mismo en el que Paysandú presentaba problemas para la generación de fútbol en la mitad de la cancha y los delanteros tenían que bajar demasiado para procurar el contacto con la pelota.
Pasados los primeros 15 minutos, los dirigidos por Carlos Cabillón comenzaron a encontrarle la vuelta al encuentro y a darse cuenta que la última línea salteña mostraba algunas falencias.
Sin demasiada profundidad y por momentos abusando del pelotazo largo, con Trinidades corriéndolas todas, la Blanca se las ingeniaba para inquietar a la defensa de Salto.
De ese modo, el jugador de Progreso, con la carpeta debajo del brazo, se internó en el área y provocó la falta de Cereijo, que el árbitro no dudó en pitar penal. Cuelho, con mucha calidad, se encargó de poner las cosas como al principio cuando iban 19 minutos.
Con mayor confianza, Paysandú se animó a desarrollar un juego más fluido con Algalarrondo, Agüero y Duarte, al tiempo que el duelo ganaba en temperatura. En los minutos finales de la primera parte, Salto volvió arrimarse con peligrosidad y se repitieron las faltas de los defensas sanduceros para cortar el ataque local; la más clara estuvo en un casi gol en contra a favor de los salteños que el arquero Giossa, en gran reacción, sacó hacia un costado.

Dos penales
En el arranque del complemento, Salto volvió a tomar las riendas del cotejo con la velocidad de sus delanteros, desbordes y centros, pero fallando en el puntillazo final. Lo mejor en ese comienzo del segundo capítulo del lado salteño fue un fuerte remate de Cereijo que el golero sanducero sacó abajó en muy buena atajada.
Paysandú, siempre ordenado, recuperó el predominio territorial apostando a un juego vertical con pelotas largas, pasando rápido desde la defensa al ataque, aunque algo carente de prolijidad. De a poco comenzó a animarse a buscar las bandas, en especial, el lado derecho de la mano de Duarte, que creció en el partido.
Ya promediando los segundos 45 minutos, cayó el primer penal no cobrado para Paysandú: una clara mano del salteño Darío Rondán en el área al saltar a cabecear fue desestimada por el árbitro riverense Cohelo, que hacía el gesto de que la pelota había pegado en la cabeza del jugador local. Y sobre los 73 minutos, tras un gran enganche al entrar al área grande, Duarte resultó ser derribado, mientras el juez se hacía el desentendido.
Quizá era demasiado premio que Paysandú pasara a ganar en un trámite parejo y bastante friccionado, con dos conjuntos que están aún en formación, que llegaban al debut con escasas pruebas previas.
Pero lo objetivo es que a la Blanca no le dieron dos claros penales que bien pudieron cambiar la historia de este compromiso por la Serie B del Regional Norte Litoral.