Solicitada

Festejen
¡Festejen uruguayos, festejen! ¡Sí señor, si habrá que festejar!
Yo festejo que mi hijo, de 29 años, esté vivo a pesar de haber sido rapiñado y golpeado, para sacarle la recaudación de una empresa que da trabajo a una cantidad importante de familias.
Y festejo que un señor mayor lo haya ayudado, harto de los robos.
Y también festejo que la esposa de este señor no haya tenido miedo de las balas, calibre .45, que impactaban en su vehículo.
Y además festejo que la muchacha tomada de rehén por uno de los rapiñeros sufriera “sólo una descompensación” y no haya sufrido heridas de gravedad. Y también festejo que la señora invadida en su casa con un arma, tampoco haya resultado lastimada.
Y finalmente festejo que los dos ladrones hayan sido capturados y que el dinero haya sido recuperado.
Pero no quiero seguir festejando así. Quiero festejar la vida vivida con alegría, con trabajo, con compromiso, con justicia, con seguridad. Lejos del resentimiento, de la impunidad, de la injusticia, de la soledad, del miedo, del dolor, de la muerte, muy lejos.
No quiero que nos venza el desaliento; la peor derrota, según la Madre Teresa, y en este momento siento que es así, porque realmente es desalentador enfrentarse cada día con esta realidad.
Por eso señor Presidente, con todo respeto, le pido me ayude a festejar, a mi manera. Uruguay es un país hermoso; donde todos los “uruguayos y las uruguayas”, como le gusta decir a usted, tenemos el derecho de disfrutarlo. Por favor, permítanos hacerlo, Señor Presidente.
Gabriela Iriarte