Algún día se sabrá “los oscuros motivos” por los que el Frente Amplio defiende a Maduro

En duros términos fustigó el senador Pablo Mieres la posición del gobierno uruguayo en torno al drama en Venezuela, al señalar que si bien es una situación que se manifiesta desde hace años por el gobierno de izquierda, en esta ocasión se agrega que se coloca a nuestro país ante el aislamiento internacional, a la vez de señalar que algún día se sabrán los verdaderos y oscuros motivos que atan al gobierno del Frente Amplio al régimen chavista.
Subrayó que “la posición del gobierno y del Frente Amplio ante la situación en Venezuela nos avergüenza desde hace años. Pero la posición adoptada en los últimos días por el gobierno uruguayo, además de avergonzarnos, ubica a nuestro país en una situación de grave aislamiento internacional, nada menos que con respecto a la cuestión de la democracia y la protección de los derechos humanos”.
A juicio del líder del Partido Independiente, el gobierno uruguayo va quedando entre los muy pocos que buscan “salvarle la situación” a “un dictador horrendo y profundamente corrupto. Algún día, no tengan dudas, sabremos los verdaderos y oscuros motivos que han llevado al Frente Amplio a defender contra toda evidencia al chavismo; algún día sabremos qué niveles de involucramiento indebido atan al partido de gobierno con la corrupción y los negocios ilícitos que han caracterizado al régimen chavista”.
Consideró que el gobierno uruguayo ha quedado en soledad, junto al gobierno de México, “ofreciendo una negociación que sólo favorece y promueve el propio dictador Maduro, que ya ha usado en dos oportunidades anteriores este mecanismo como coartada para zafar de las movilizaciones populares y para reprimir aún más a los políticos opositores”.
Reafirmó el parlamentario que en Venezuela “hay una dictadura que mata civiles en la calle, aprisiona líderes opositores, cierra medios de comunicación contrarios a su régimen, tortura, cuenta con personal paramilitar y ha eliminado todas las reglas que definen a un Estado de Derecho. No existe una Justicia independiente, no existe un organismo electoral con autonomía, no hay separación de poderes. El régimen de Maduro es una dictadura en todo el sentido de la palabra”.
“En 2014 estallaron las primeras movilizaciones populares en protesta contra el gobierno de Maduro y se produjo una sangrienta represión acompañada de la prisión para varios de los principales dirigentes opositores. Estos dirigentes no fueron sometidos a las reglas del debido proceso y varios de los partidos que integraban fueron, de manera ilegítima, prohibidos”, destacó.
Asimismo, trajo a colación que a pesar de todo ello, se llegó a las elecciones parlamentarias de diciembre de 2015, en las que a pesar de todas las maniobras gubernamentales para torcer los resultados y de un intento muy serio de fraude que abortó gracias a las misiones de observación internacional, los candidatos opositores alcanzaron el apoyo de dos tercios de los venezolanos.
Sin embargo, puntualizó que “a partir de ese hecho que confirmaba que la gran mayoría de los ciudadanos venezolanos rechazaban al gobierno de Maduro y apoyaban a los partidos de oposición, se produce una deriva autoritaria sin retorno caracterizada por las violaciones de todos los derechos y la persecución de los líderes opositores”, que se ha prolongado hasta ahora.
Observó Mieres que el régimen de Maduro sustituyó de manera inconstitucional a los integrantes del Supremo Tribunal de Justicia, nombrando en su lugar a personas de su confianza y “se apoderó definitivamente del Consejo Nacional Electoral, que actuó a favor de su régimen aprobando convocatorias electorales fraudulentas”.
Asimismo, trajo a colación que la Asamblea Legislativa impulsó un referéndum revocatorio, previsto en la Constitución, para poner en manos de la ciudadanía el mandato presidencial y el régimen de Maduro desconoció el procedimiento y reprimió a quienes lo impulsaban.
“Se persiguió a la Asamblea Nacional Legislativa porque tenía mayoría opositora, se apresaron legisladores de la oposición, se invadió el edificio en que sesionaba, se reprimió a integrantes de esa Asamblea y se les impidió sesionar de manera normal” y para buscar su eliminación, “el régimen inventó una Asamblea Constituyente mediante mecanismos inconstitucionales y sin la participación de la oposición. Una vez elegida la Asamblea Constituyente con muy bajos niveles de participación electoral y con listas únicas chavistas, se autoproclamó sustitutiva del cuerpo legislativo y se configuró un golpe de Estado contra las autoridades legislativas electas”, enfatizó el parlamentario del Partido Independiente.
Observó que Maduro llamó de manera inconstitucional a una elección presidencial en fecha decidida por el propio presidente y se encargó de impedir que existieran candidaturas reales de los partidos opositores. Finalmente, en mayo de 2018 “en una elección repudiada en el mundo entero y sin garantías ni observadores internacionales neutrales, se proclamó electo nuevamente como presidente, por lo que Juan Guaidó es, desde el punto de vista del Estado de Derecho, el presidente encargado de Venezuela desde el 10 de enero de este año”.
Enfatizó que la pretensión de una negociación “es una patraña que Maduro ha utilizado ya dos veces. En ambos casos, los planteos de diálogo y negociación fueron utilizados por Maduro para desmovilizar las protestas, crear nuevas medidas de represión y ha incumplido todas las propuestas conversadas en las dos oportunidades anteriores. El resultado fue que el dictador zafó de situaciones de crisis política y se reafirmó con más represión y más violaciones al Estado de Derecho”.
“Por eso la postura de buscar un diálogo, impulsada por nuestro gobierno junto al de México es una ‘piola que se le tira’ a Maduro para que zafe de una situación muy precaria”, sentenció Pablo Mieres.