“El microclima actual es muy importante para desarrollo de roya de la soja”, dijo Carlos Pérez

La constante humedad de éste verano, sucesivas precipitaciones y continuidad de días nublados, son factores claves para el desarrollo de la roya de la soja en los cultivos de nuestro país. “El micro clima actual es muy importante para esto y con ésta humedad, pueden llegar a verse infecciones que en años promedios no se aprecian”, dijo a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Carlos Pérez.
El patólogo, docente e investigador de la Estación Experimental “Dr. Mario A. Cassinoni” (Eemac) de Facultad de Agronomía, dijo que para esto “es clave el monitoreo”.
Entiende que cuanto más denso está el cultivo, “más sombra hace y protege a la espora del sol y es más eficiente la roya”. También importa mirar el mapa de distribución de roya, “porque cuanto más se acerca el o los focos a la chacra, mayor será la probabilidad que me afecte”.
El detectar la roya en la chacra “no quiere decir que haya que salir a aplicar”, aclara. “Debo saber cual es el nivel de infección que tengo; si estamos en primeras fístulas; cual es la resistencia del cultivar que tengo sembrado y cual es el pronóstico climático”.
Si el pronóstico es como el actual, que da lluvias toda la semana y días nublados, “tengo un cultivar susceptible y están las primeras pústulas, tal vez ingreso ni bien pueda. Ahora, si tengo primeras pústulas, el cultivar es resistente y se corta la humedad, tal vez puedo esperar. Hay que entender lo que es epidemiología, conocer bien lo que favorece la enfermedad, para que no nos sorprenda y tampoco asustarnos”.
El profesional sanducero sostiene que “ayuda mucho saber por donde anda la roya, porque sino el productor se puede asustar”. De todas formas, reconoció que “sorprendió el haber detectado el primer caso de roya en la soja en el departamento de Salto y no en el noreste del país”.
“Si se que tengo dos vecinos que tienen roya y yo no, deberé monitorearla con más frecuencia, porque están con una presión de inóculo importante. Si la chacra más cercana con roya está a 120 kilómetros, la presión del inóculo y los tiempos que manejo son distintos”, dijo.
La muestra que dio positiva en la zona de colonia Lavalleja, departamento de Salto y que fue el primer caso de roya de la soja en el país en la presente zafra, fue recibida por el Laboratorio Analítico Agro Industrial (LAII) desde el propio productor, e informado inmediatamente por Clínica Vegetal, empresa de la cual Carlos Pérez es su principal directivo.

No sobrevive

La roya “no tiene la capacidad de sobrevivir en Uruguay”, explica Pérez. “El inóculo es exógeno, porque tiene que venir de afuera. Tiene capacidad solo para sobrevivir en soja, y cualquier helada de invierno la tendría que terminar matando”.
Si la soja lograra sobrevivir algún invierno, “tal vez la roya también lo haga en esa soja guacha, y ahí estaríamos en problema porque comenzaríamos a tener inóculo local y podrían empezar los problemas un poco más temprano”, acota.
Mientras en Uruguay la soja no sobreviva el invierno, “como son las plantas guachas ubicadas al borde de las carreteras o de las mismas chacras, no deberíamos tener problemas de inóculo local, por lo que dependemos de Brasil, que es la fuente de inóculo que tenemos”, dijo.
La fuente de inóculo original más potente está en el estado de Matto Groso, “y a partir de ahí comienza a bajar desde que empiezan los ciclos de siembra al sur de Brasil. Hay un sitio web brasilero que permite ver en donde se están detectando los cultivos de roya de Brasil que tienen positivo de roya”.
“A partir de ahí vemos como se viene aproximando a la frontera”, aclara el profesional. “Históricamente en Uruguay, los primeros reportes fueron siempre de la zona de Vichadero. El problema es que el área de soja bajó en esa zona, por lo que ya no hemos recibido muestras de la zona. Eso nos quita la posibilidad de predecir cuando va a llegar al litoral”.
“Nosotros sabíamos que 7 a 10 días después de detectado en Vichadero en la frontera con Brasil, la roya llegaba al Uruguay si se daban condiciones favorables. Las mismas son de humedad y días nublados, ya que el sol es el principal enemigo de la roya. Las esporas son transparentes y eso las expone mucho a los rayos ultravioletas, que la esterilizan y la matan”, sostuvo.
Subrayó que “cuando tenemos días nublados, las nubes filtran los rayos ultravioletas y las esporas están protegidas, por lo que hay diseminación por esporas que son viables y que permite que la roya alcance nuevos cultivos y así se arrima al litoral. Después, cuando agarra la masa grande de cultivos susceptibles en el litoral, comienza a diseminarse”.
Pérez expresa que “cuando uno mira el mapa de distribución de roya, el reporte arranca por el litoral norte en la colonia Lavalleja, pero después sigue en la zona cercana a la frontera con Brasil, pero en el sur, como es Rocha, Lavalleja y Treinta y Tres”.

Detección

La roya “no es muy fácil de ver a campo cuando está iniciando la epidemia, pero cuando se desarrolla no es dificil de ver, y la clave está en no llegar tarde porque los tratamientos de fungicidas son menos eficientes y tienen menos residualidad cuando se llega tarde, porque la población del hongo es muy alta, y por eso la clave es detectarla temprano”, dice el profesional.
Reconoció que hay técnicos que “están con el ojo muy bien para detectarla temprano y que monitorean con frecuencia los cultivos. Y hay quienes se basan más en los laboratorios, porque no pueden ir con la frecuencia que quisieran, o porque confían más en el laboratorio que en el ojo de ellos”.
Para el ingeniero Pérez cuando más temprano se detecta la roya es mejor. “La aplicación será más eficiente, pero más tiempo tengo yo en años como éste para definir cuando ingresar. Si la chacra está con mucha enfermedad y presión del inóculo, el productor se puede poner nervioso para ingresar cuanto antes, se rompe el campo porque no hay piso por el exceso de lluvias, o se trata de hacer la aplicación cuando hay viento y la misma no da resultado, y todo genera una acumulación de problemas”, dijo.