Glifosato y costos de producción explican la caída del sector apícola y sus exportaciones

La Sociedad Apícola Uruguay (SAU), publicó un documento en el que detalla la caída de la producción y de las exportaciones apícolas, habiendo jugado un rol importante en ello el uso de glifosato, las nuevas características meteorológicas y los costos de producción.
Señala que el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) no ha actuado eficazmente sobre esos desafíos del sector porque los planes de emergencia por disturbios climáticos son limitados y han fracasado, la baja de combustible es insuficiente, y tampoco ha hecho “nada” para incidir en el “uso y abuso de insecticidas y herbicidas”.
El texto que reproduce TodoElCampo expresa que los apicultores uruguayos están atravesando la zafra 2018/19 (que ahora llega a su final) con características que “nunca se han visto desde que se iniciaran las exportaciones de miel en forma continua” en 1963, siendo el glifosato causante de las crecientes dificultades del sector junto a otros factores de tipo climático.
Recuerda que en noviembre de 2017 quedaron 2.000 toneladas de miel sin comercializar, y en noviembre de 2018 fueron otras 3.500 las toneladas. La Asociación de Exportadores de Miel (Adexmi) explicó que las dificultades en la exportación se generaron en el “contenido de glifosato”.
Los datos de caída de la exportación de miel son confirmados por los registros de la Unidad de Asuntos Internacionales del MGAP referentes a las exportaciones de miel desde enero de 2018 a enero de 2019. Desde el 1º de enero del año pasado al 15 de octubre del mismo año, sólo se exportaron 4.461.119 kilos de miel a un promedio FOB de U$S 2,51 el kilo. Desde el 1º de noviembre de 2018 hasta el 18 de enero del presente año, se exportaron 1.115.012 kilos de miel a razón de U$S 2,15 el kilo en promedio. (No se poseen los datos de la primera quincena de noviembre de 2018).
La SAU aclara que son valores promediales que se ven incrementados por la miel exportada como orgánica (sobre lo que no se dispone de datos), además de aclarar que los costos de exportación prácticamente se han duplicado, alcanzando casi los U$S 0,60 el kilo de miel. Con lo que le queda al apicultor “ni siquiera está rescatando el valor de su trabajo”, afirma. Diferente es la situación de Argentina que “logró exportar la producción de miel de la pasada zafra (unas 60.000 toneladas)” porque “sus mieles tienen niveles de glifosato sensiblemente menores que las uruguayas”.

CAÍDA DE LA PRODUCCIÓN

La caída de la producción por colmena se ha acentuado en los últimos años al pasar de 25-30 kilos a 16 kilos.
Hace unos años los apicultores apostaron a la tecnificación con lo cual incrementaron el rendimiento por colmena llegando a un “promedio nacional de 25-30 kilos”, pero entre 2005 y 2018 “la producción cayó a 22 kilos por colmena por año”, en las zafras 2015-16 y 2016-17 la caída fue “a 17 kilos por colmena”, y en la zafra 2017/18 a “16 kilos por colmena”.
El MGAP explica esa baja productiva con el cambio climático, en tanto que “no encara efectivamente” la responsabilidad del “modelo agroproductivo basado en extensas áreas monoflorales con uso y abuso de insecticidas y herbicidas, como causa principal del daño que sufren las colonias de abejas”, destaca la SAU.
Otro de los factores que juegan en contra son las variaciones climáticas con “condiciones del tiempo que se tornaron desfavorables: temperaturas bajas, abundantes días nublados, abundantes lluvias y vientos primaverales, frenaron el desarrollo de las colmenas en varias regiones del país y en algunos casos, comenzaron a consumir las reservas de alimentos”.

COSTOS E INSUFICIENTES APORTES DEL MGAP

“El costo de producción por colmena sigue en aumento año a año, superando ampliamente los 40 dólares (incluyendo la mano de obra). ¿Qué ganancia tiene un apicultor que produce 30 kilos de miel sin glifosato por colmena y la vende a U$S 1,60 por kilo?¿Qué ganancia le queda a un apicultor que produce 16 kilos de miel con más de 50 ppb de glifosato y sólo puede vender el 60% de lo producido a un valor de U$S 1,20 por kilo? ¿Cuántos apicultores podrán continuar en los próximos años si considerásemos que la inmensa mayoría de los casi 2.500 que quedan de los 4.000 del registro 2008, producen mieles con contenido de glifosato muy superior a 50 ppb?”, se preguntan los apicultores.
Asimismo también cuestionan “los aportes del MGAP en las últimas 5 zafras”, pues entienden que no han sido suficientes para “revertir” la tendencia. “Hasta ahora ningún aporte ha sido significativo”, subrayan. “Fueron aprobados tres planes de emergencia por disturbios climáticos: 2015, 2016 y 2018. A los dos últimos sólo pudieron acceder los productores familiares. De unos 1.000 apicultores familiares, menos de 100 aspiraron al plan de emergencia 2018. El exiguo monto por colmena y el gran riesgo de no poder pagarlo, desestimuló a los potenciales beneficiarios”, expresa la SAU.
Este año hubo “una rebaja del gasoil (al alcance de no todos los apicultores) de baja cuantía y con un tope que no cambia la realidad económica de los productores”.
Por otra parte, el Ministerio no ha hecho “nada” para incidir en el “uso y abuso de insecticidas y herbicidas”, sino que, “por el contrario, lo hecho hasta ahora ha sido amparar la situación, disimular la gravedad de los hechos e intentar medidas para que los apicultores emigren con sus colmenas y un porcentaje bajo de ellos pueda comercializar la miel”. Durante ocho años el MGPA promete “la puesta en marcha del Sistema de alerta frente a aplicaciones de agrotóxicos” pero en esos ocho años “no ha pasado nada”, destaca el texto.