Identificarán nuevos humedales a partir de modificaciones en el Código de Aguas

En marzo de 2017 se colocó cartelería que identifica el humedal Bañados de La Curtiembre, en nuestra ciudad. La Estrategia Nacional de Biodiversidad considera estos ambientes como prioritarios para su conservación.

En la última Ley de Rendición de Cuentas se incorporaron algunas modificaciones en el Código de Aguas que sustituyen el enfoque asociado a la desecación de bañados por el de la protección de humedales, generando así de una nueva herramienta legal para el cuidado de estos ecosistemas, según dio cuenta el Ministerio de Vivienda Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente.
Ana Laura Mello, jefa del departamento de Control de Especies y Bioseguridad, señaló que “a partir de esta modificación se trabaja en identificar zonas adicionales de humedales en las que, en atención a su importancia ambiental, ya no se podrán desarrollar un conjunto de actividades”. Especialmente se limita la realización de canalizaciones, desecación y/o drenajes.
“La conservación de estos ecosistemas tiene un valor en sí mismo por la importante diversidad biológica que cobijan, pero también porque ofrece a nuestro país oportunidades de apuntalar sus acciones para el combate a la gran amenaza que significa el cambio climático y sus consecuencias, como el incremento en la frecuencia de inundaciones y otros eventos extremos”, publicó la secretaría de estado con motivo de la celebración del Día Mundial de los Humedales el 2 de Febrero, cuya consigna fue “No estamos indefensos ante el cambio climático”.
Las acciones de preservación son muy relevantes en entornos urbanos y costeros, que son además las zonas más vulnerables a los efectos del cambio climático. “Las áreas de humedal de las ciudades que se inundan estacional o permanentemente, y sus comunidades ecológicas asociadas, filtran los desechos y contribuyen a mantener la calidad del agua, absorbiendo toxinas, pesticidas y otros desechos industriales por su vegetación abundante y suelos ricos en limo; ofrecen espacios para la recreación o la contemplación de la naturaleza, y ayudan a controlar las inundaciones –actuando como esponjas gigantes–, un valor indiscutible frente a los eventos como lo que se han vivido en el país y en nuestra ciudad particularmente durante las últimas semanas. “Construir una relación próspera entre los humedales y las ciudades es fundamental, además, para que nuestro país cumpla con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 11, de contar con ciudades seguras, resilientes y sostenibles”, destaca el Ministerio.

Estratégico

Durante mucho tiempo los humedales fueron vistos como tierras improductivas y se las drenaba para el desarrollo de la agricultura. Hoy en día, habiéndose perdido hasta un 70% de la superficie de humedales a nivel mundial en el siglo XX, las acciones de conservación de estos ecosistemas son fundamentales y han justificado iniciativas tanto a nivel mundial como nacional. Entre ellas se destaca la Convención Ramsar sobre Humedales de Importancia Internacional.
Se trata de un acuerdo intergubernamental que tiene como misión “la conservación y el uso racional de los humedales mediante acciones locales y nacionales y gracias a la cooperación internacional, como contribución al logro de un desarrollo sostenible en todo el mundo”.
Por otro lado, la Estrategia Nacional de Biodiversidad 2016–2020 identifica a los humedales como ecosistemas prioritarios para la conservación, establece metas relacionadas con el diseño de incentivos económicos para su conservación, con el conocimiento de su estado de conservación a nivel nacional, con la reducción de su degradación y fragmentación, y con acciones de restauración en sitios a identificar.
En nuestro país los humedales ocupan, según el INH, unos 2 millones de hectáreas, lo que significa aproximadamente un 12% de la superficie del territorio nacional. Muchos de estos ecosistemas están representados en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP), en sitios como los Humedales del Santa Lucía, los Esteros de Farrapos o la Laguna de Rocha.
Los humedales en estos sitios son protegidos mediante la elaboración de planes de manejo en donde se estipula qué actividades se pueden llevar a cabo y en qué condiciones, de manera de garantizar la conservación de la estructura y funcionamiento de estos ecosistemas.