La inversión en tecnología y desarrollo son las prioritarias para Oscar Andrade

En su segunda visita a Paysandú, el precandidato frenteamplista a la Presidencia, Oscar Andrade, se refirió a los puntos en que debería hacer hincapié un gobierno de izquierda, y la forma en que recaudaría mayores recursos para financiar esos cambios.
Comenzando por la discusión de las elecciones internas en el Frente Amplio, afirmó que “la izquierda uruguaya enfrenta el proceso político más difícil porque tiene que conquistar el gobierno y poner proa a transformaciones productivas, sociales y democráticas en un escenario latinoamericano, con la excepción de México, que viene sufriendo transformaciones regresivas muy duras”.
Dijo que “deberíamos discutirlo en la campaña”, y que “debemos opinar sobre la legalización del trabajo infantil en Argentina” por el caso de Jujuy, “de la reforma laboral en Brasil y el récord de Paraguay con la mitad de los trabajadores sin cobrar el (salario) mínimo nacional”. A su juicio, “en esa economía transnacionalizada, los efectos para el sector agroexportador, como en la Argentina con el retiro a las retracciones a las exportaciones que combinado que los salarios en dólares se pagan a la mitad, tensiona la realidad económica y social”.

LAS RESERVAS DEL
PUEBLO URUGUAYO

No obstante, dijo que “las reservas del pueblo uruguayo demuestran cosas maravillosas, tuvimos el acto del Frente Amplio más grande en muchísimo tiempo, con una presencia de jóvenes altísima. Y lo que venimos registrando en las recorridas, también según encuestas, muchos compañeros que estaban alejados del Frente desde hace un tiempo, vuelven a las filas”. En este sentido, dijo que “el proceso electoral que tenemos por delante es también un proceso político, y la izquierda necesita más protagonismo del pueblo organizado, y la primera impresión es que estamos con un salto de calidad hacia adelante”.
Sobre por qué entiende que debe ser votado por los frenteamplistas en la interna, dijo que “el Frente debe tener un protagonismo más relevante de las organizaciones sociales”, y la campaña debe incluir “temas como vivienda, educación, salud que tiene que contar con el respaldo de los protagonistas, y las poblaciones mas vulneradas defendiendo sus derechos”.

EL TRABAJO COMO EJE CENTRAL

En cuanto a qué respuestas económicas aplicaría en ese marco de recesión en Argentina y Brasil, que son compradores de productos uruguayos, Andrade dijo que “Uruguay, por primera vez en la historia, cayendo Argentina y Brasil, no cayó en recesión, aunque creció menos”. En ese marco, “para la izquierda el trabajo tiene que ser un componente central. Pensamos el trabajo en dos planos, el estructural, con el cambio en la matriz productiva que para lo que hay que hacer un esfuerzo enorme en la inversión en investigación y desarrollo, porque Uruguay invierte apenas el 0,33% del PBI, en un mundo de revolución científica y tecnológica”. Puso como ejemplo otros países, como Nueva Zelanda que invierte 4 puntos del PBI, y “Macri, que recortó groseramente la inversión, invierte un punto del PBI”. A su juicio, “no podemos tener un desarrollo tecnológico y alto valor agregado si no invertimos”.
En segundo lugar, dijo que “Uruguay tiene una banca pública potente, en 2004 tenía menos del patrimonio necesario y estaba al borde de la quiebra, y hoy es el banco con mejor nivel de gestión, dio ganancias por 500 millones de dólares, y tiene que jugar un rol importante en financiar procesos de transformaciones productivas, como fomento a la economía social pequeña y mediana”.

DESARROLLAR LA VIVIENDA

En sus declaraciones, se refirió también a la necesidad de vivienda con inversión pública “que es la que más puestos de trabajo genera por cada peso que se invierte, y más del 80% de los insumos son nacionales”. Dijo que “el programa del Frente plantea pasar (la inversión en vivienda) a un punto del PBI, son 600 millones de dólares. Es un enorme desafío” y que “en términos de trabajo debemos ir por ahí”.
Sobre los recursos necesarios para esas inversiones y desarrollo, dijo que “una parte puede venir del crecimiento económico, otra puede salir de las empresas públicas y otra parte puede venir de los sectores que tienen más riqueza acumulada. Creo que hay medidas que no pueden esperar. Hace siete años que sabemos que el catastro rural está sin actualizarse, y que hay sectores con niveles de tributación excesivamente inferiores al valor real de su propiedad, y pasa con la soja, la forestación y las estancias turísticas”. Entiende que “es una discusión hasta ética, si un trabajador tributa por lo que realmente gana, cómo puede ser que haya sectores económicamente muy poderosos con montos no imponibles muy altos -el impuesto al patrimonio rural tiene un monto no imponible de un millón y medio de dólares- y además no quieren tributar, o mantenerse con una tributación parcial”.